Así de primeras, el nombre del director Kerry Conran quizá no os diga nada, y no os culparía por ello. En su filmografía solo encontramos una película, Sky Captain y el mundo del mañana (2004), que no fue precisamente un gran éxito. Más bien, todo lo contrario: se estrelló en cines y no pudo rentabilizar un reparto de estrellas liderado por Angelina Jolie (que ya era sinónimo de grandes taquillazos), Gwyneth Paltrow y Jude Law. Pero aquella cinta de aventuras y ciencia ficción de estética pulp mereció mucho más cariño por parte de la audiencia, tanto por su historia como por la revolucionaria forma en la que se rodó hace 20 años.
En este tema no me pararé a defender su guion; esa labor se la cedo a mi compañero Chema Mansilla, que no tiene problemas en situarla como una de sus propuestas de principio de siglo favoritas. Pero sí que quiero hoy poner en valor a Sky Captain y el mundo del mañana como una cinta revolucionaria o visionaria, si lo prefieres, que sirvió de laboratorio de pruebas para una forma de hacer cine sin la que, quizás, muchos fans de Zack Snyder, entre los que yo me sitúo, nunca habríamos tenido 300 o Sucker Punch. Y quien dice estas películas dice también la aún más icónica Sin City (Ciudad del pecado) de Rodrigez, Tarantino y Miller.
Ahora el único límite era la imaginación del director
Y es que Sky Captain y el mundo del mañana podría definirse como una especie de laboratorio de pruebas para Hollywood, la primera gran producción de la industria del cine norteamericana en rodarse casi íntegramente con actores reales frente a una pantalla azul, con todos los decorados y fondos creados digitalmente, una técnica bautizada en inglés con el nombre de Digital-Backlot (o plató digital). Es decir, Kerry Conran no solo hizo una película de ciencia ficción retro, con toques dieselpunk, que se veía de fábula, la verdad, sino que, junto a su equipo, reinventó la forma de construir un set de rodaje de una manera donde el único límite era su imaginación (y una lluvia de millones de dólares).
Esta nueva metodología de producción cinematográfica, revolucionaria para la época, supuso un salto de fe en muchos sentidos, uno muy arriesgado por su naturaleza experimental y su dependencia total de la tecnología, donde los actores estaban obligados a interactuar con un plató sin apenas referencias físicas, totalmente rodeados de pantallas azules/verdes, que podía dar como resultado una historia donde las estrellas se mostrasen desorientadas ante el espectador. Pero también era una oportunidad artística que permitió a Kerry Conran y sus colaboradores crear desde cero la totalidad de su universo: vastos rascacielos Art Decó, hangares gigantescos y paisajes exóticos; en definitiva, todo lo necesario para crear una aventura pulp que se sintiera como tal, y todo ello sin necesidad de gastar tanto dinero como si se hubiera hecho de otra forma.
Sky Captain y el mundo del mañana se estrenó en 2004, pero su desarrollo, podríamos decir, comenzó varios años antes, cuando Conran utilizó su casa como estudio, una rudimentaria configuración de pantalla azul (bluescreen) y su computadora personal Macintosh IIci para componer los efectos visuales y crear una demo que demostrara la viabilidad de rodar una película en plató digital. Una vez terminado, contó en su día, pudo mostrárselo al director y productor de cine estadounidense Jon Avnet, que quedó realmente impresionado con lo visto, tanto que trabajó con él en dar forma y tono a la película durante dos años.
Hoy en día, estos rodajes con entornos virtuales son el estándar en la producción de blockbusters de superhéroes, fantasía y ciencia ficción, y ha sido una técnica perfeccionada, pero Sky Captain y el mundo del mañana fue pionera marcando el camino a seguir a tantas otras producciones como las ya mencionadas, o Avatar que, claro está, usaron otros muchos avances haciendo que su resultado fuera aún más asombroso. Por desgracia para Conran, Sky Captain y el mundo del mañana llegó, irónicamente, mucho antes de tiempo y la película no supo conectar con la audiencia, acabando con algo menos de 60 millones de dólares recaudados tras una inversión más cercana a los 70 millones. Al menos puede presumir de haber impresionado a Roger Ebert, un legendario crítico de cine, que se sintió viéndola como la primera vez que conoció a Indiana Jones.
En 3DJuegos | Si eres fan de El Señor de los Anillos y te pido que digas los nombres de estos personajes, seguro que te equivocas
Ver 1 comentarios