Gracias a SkyShowtime, yo y decenas de miles de espectadores en España sucumbimos al universo de Taylor Sheridan, desde la épica ranchera de Yellowstone hasta el drama carcelario de Mayor of Kingstown, pasando por la muy divertida Tulsa King, que ha hecho brillar a Sylvester Stallone como hacía treinta años que no lo veíamos. Pero el guionista, productor y showrunner de estas y otras grandes series de televisión también tuvo un pasado en la gran pantalla que a menudo solemos olvidar pese a habernos regalado tres auténticas obras maestras del neowéstern. Hoy os quiero hablar de la última de ellas.
Protagonizada por dos estrellas de Marvel, Jeremy Renner y Elizabeth Olsen, Wind River es un thriller criminal de poco más de hora y media de metraje que el director quiso rodar personalmente hace diez años para visibilizar un problema que a menudo pasa desapercibido en Estados Unidos: el alarmante número de mujeres nativas americanas que desaparecen o son asesinadas en las reservas de la república más poderosa del mundo cada año. Lo hizo, además, apostando por un entorno gélido que nos hizo pasar mucho frío mientras veíamos la película, pero que le dio al largometraje un tono muy característico frente a sus neowésterns anteriores: los polvorientos Sicario (2015), filmada por D. Villenueve (que casi le deja sin protagonista en Wind River), y Comanchería (2016).
Dos "superhéroes" a la caza de un asesino
El verdadero protagonista de Wind River es, por tanto, su escenario, la Reserva India localizada en Wyoming de la que coge prestado su nombre y a la que Taylor Sheridan no duda en retratar como un personaje despiadado con nieve, vientos cortantes y una sensación de aislamiento que lo inunda todo, no solo la ambientación, también la trama. Así, en el filme estrenado en 2017 seguimos la historia de una joven agente del FBI (Olsen) y un hombre solitario y parco en palabras que ejerce como rastreador del Servicio de Pesca y Vida Silvestre de EE. UU. (Renner), quienes deben llevar a cabo la investigación del brutal asesinato de una adolescente cuyo cuerpo fue encontrado en el bosque. La química entre ambos permite que el filme no se resienta en sus 107 minutos de metraje pese a cocerse a fuego lento, muy lento, pero como digo lo que hace de esta producción una obra maestra imprescindible es el gélido lugar donde transcurren sus principales acontecimientos y que el director demuestra conocer muy bien como más adelante veremos en su filmografía para televisión.
Es una sensación que tuve en su momento cuando vi La cosa de John Carpenter, o Fargo de los Hermanos Coen, y que aquí volví a tener, pero de una forma mucho más implacable aún si cabe. Aquí no hablábamos de la paranoia por aislamiento, o la estupidez por frío, sino de cómo la nieve que lo cubre todo en varios kilómetros a la redonda simboliza el olvido, la dificultad para que la ayuda llegue, y la dura vida de sus habitantes. Taylor Sheridan esto lo hizo muy bien y logró contagiarnos esas bajas temperaturas desde la comodidad y el calor de nuestros hogares. Y eso que el clima no se lo puso nada fácil para grabar.
Un thriller gélido al que casi le falta la nieve
Si bien Wind River se ambienta en pleno invierno, la película se tuvo que rodar prácticamente a las puertas de la primavera, y eso complicó seriamente la capacidad del director y su equipo para poder retratar ese ambiente tan hostil al que hemos hecho mención. "Esto supuso tener una crónica falta de nieve. Creo que la mayoría de los espectadores no se darán cuenta, pero un par de escenas fueron una pesadilla de filmar. El sol empezó a brillar intensamente y necesitamos un bosque de difusores para recrear las mismas condiciones que con el tiempo nublado, y un ejército de personas trayendo bloques de nieve en tractores para cubrir los fondos lo más posible…", reconoció Ben Richardson, director de fotografía del largometraje, en una entrevista de hace unos años.
Es evidente que Wind River no es la típica película que solemos recomendar por estas páginas, pero no por ello deja de ser un filme menos recomendable. La prensa recibió Wind River con críticas mayormente positivas, destacando que es un thriller policíaco convincente e inteligente, con una atmósfera tensa y una fuerte carga de crítica social, en el que Taylor Sheridan demostró tener un control impecable de lo que sucede en pantalla, con Renner y Olsen brillando especialmente, tal y como expusieron desde Espinof. ¿Lo mejor? La puedes ver completamente gratis (con anuncios) a través de la app, o la web, de RTVE Play.
Por cierto, no sé si es casualidad, pero la nieve jugó también un papel importante en el universo Yellowstone, concretamente en el clímax de sus dos precuelas. Está claro que Taylor Sheridan conoce muy bien estos entornos y quiere poner de manifiesto en pantalla cómo de dura puede llegar a ser la vida en los estados de Montana y Wyoming de EE. UU. Tanto 1883 como 1923, o American Primeval (que no es de Sheridan) son productos muy recomendables para los fans del wéstern, pero este neowéstern también y espero que os guste si le dais una oportunidad. Si lo habéis visto ya, no dudéis en dejar un comentario.
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