José A. Mateo Albuerne
Jefe de ActualidadPor primera vez en la historia, Nintendo le ha puesto un número dos a una de sus consolas, creando una secuela de la misma. Esto tiene su razón de ser, claro, y es que Switch va camino de convertirse en la máquina de videojuegos más vendida de la historia con sus últimos coletazos, mientras han bastado unas semanas para darles la razón con Switch 2, que está batiendo todos los récords de ventas. Sin embargo, algunas voces críticas se preguntaban dónde se había quedado esa Nintendo que innovaba, que era capaz de rompernos los esquemas, especialmente desde el lado del hardware.
Los que vivimos el llamar a tu perro digital en Nintendogs gracias al micro de DS o apuntábamos a la televisión con el WiiMote para jugar a Metroid Prime, podemos caer en la nostalgia y pensar que todo tiempo pasado fue mejor. Los experimentos de Nintendo siguen estando ahí, incluso los que juguetean con los sistemas de control y una buena prueba de ello es Drag x Drive.
Uno de los títulos estrella de las pruebas que hubo por todo el mundo de la nueva generación antes del lanzamiento de Nintendo Switch 2, fue este simulador de baloncesto en silla de ruedas. Aprovechando la gran nueva funcionalidad de los Joy-Con 2, como es su ratón óptico alojado en la parte interior de ambos mandos, el videojuego nos transporta a una cancha virtual de baloncesto donde cada mano nos permite mover una de las ruedas de nuestra silla.
Un control perfecto
Y lo primero que hay que comentar es que el control es perfecto. Apenas se aprecia input lag, sirviendo para trasladar de forma muy fidedigna el gesto hecho con los Joy-Con a lo que vemos en pantalla. Un simple movimiento ligeramente distinto entre una mano y otra, da como resultado un sutil giro hacia un lado; así como aumentar la longitud del gesto, genera un mayor impulso. El ratón funciona a la perfección, incluso encima de las piernas, algo que aporta un extra de diégesis y que está lejos de ser una curiosidad: es la mejor forma de jugar a Drag x Drive.
Algo que ayuda a conseguir una genial sensación de control es la vibración háptica. Esta capacidad es una de las más desaprovechadas ya con la primera Nintendo Switch, con aquellos puntos brillantes que fueron los títulos de minijuegos o los party games. Aquí notamos el terreno bajo nuestras ruedas, y la vibración responde a los movimientos realizados, los cuales ya hemos comentado que pueden ser sutiles.
Menos preciso y más funcional es el control de movimiento. Tiene sentido si pensamos que la calidad del lanzamiento, que realizamos imitando la mecánica de tiro de una pelota de baloncesto, sólo se ve alterada por factores como la inercia de nuestro personaje, su distancia a canasta y la cercanía de los rivales. Más allá de esto y de aplaudir o levantar la mano para pedir el balón, no necesitamos mucho más.
Se echa en falta cierto contenido
Una de las preocupaciones que entonces puede surgir es cómo de profundo es el sistema de juego y si da para pensar que Drag x Drive puede acabar siendo "infinito". Aunque creo que tiene más cosas que ser un medio para presentar el gimmick del uso del ratón, el juego puede acabar acuciando cierta falta de contenido, empezando por la ausencia de rangos. Para paliar este hecho, Drag x Drive ofrece varios minijuegos como concursos de tiro, o carreras contrarreloj, geniales durante las esperas en el lobby. Es un buen esfuerzo, y bastante razonable, pero no uno espectacular.
Creo que una de las cosas que más daño le hacen al juego es el no poder jugar partidos entre más jugadores. Lo comentaba en mi texto sobre Rematch, que era mejor juego cuanto más organizados eran los encuentros, encontrándome partidos mucho más tácticos y profundos a nivel de habilidad en los duelos más multitudinarios. El 3 vs 3 de Drag x Drive es bueno, pero acaba siendo un correcalles donde muchos partidos se resuelven en quien hace más mates al contrataque.
Esto es así porque las herramientas de la defensa, que necesita golpear de frente al rival para quitarle la pelota, palidecen frente a un ataque que simplemente tiene que correr por las bandas hasta realizar una entrada a canasta de enorme efectividad. Es cierto que el giro usando los frenos es muy útil en el plano defensivo para sorprender a los rivales y robarles la bola, pero más allá de eso la mejora de habilidad con el paso de los partidos y las horas no llega a la altura de la más básica de las estrategias.
Posibilidades para una eventual actualización
La situación se palia si juegas con amigos, donde es posible contar con una estrategia más definida y unos roles claros en la bajada a defender. Como digo, esto podría haberse resuelto disminuyendo los espacios, especialmente cuando Drag x Drive es un "deporte" que se juega a cancha completa; y más si se hubiera planteado como una opción, un modo de juego.
Entiendo que habría sido un reto para los lobbys y que rebajaría sustancialmente la cantidad de partidos disponibles para jugar, así como aumentaría el tiempo de espera entre encuentros; pero habría sido algo positivo para lo que pasa en cancha por aumentar la cantidad de cosas que pueden pasar sobre la misma.
El tema con Drag x Drive es que su precio es de apenas 20 euros, bastante menos de lo que estamos acostumbrados en los últimos tiempos con Nintendo, y más en la línea de Welcome Tour. Con ese otro videojuego, la sensación mayoritaria era que se trataba de una oportunidad desaprovechada para incluirlo con la consola de lanzamiento, pero con Drag x Drive creo que es más razonable; pudiendo haberse probado además de forma gratuita este pasado fin de semana para que los jugadores pudieran comprobar si merece la pena.
Drag x Drive es un videojuego que nos conecta con esa Nintendo más juguetona, y que ofrece una forma muy entretenida de probar una de las nuevas funcionalidades que llegan con Nintendo Switch 2. A pesar de un estilo estético poco reconocible, o algún que otro problema de ritmo, la experiencia es satisfactoria y razonable por el precio que tiene de lanzamiento.
Comprar Drag x Drive- El control funciona a la perfección.
- Juego divertido y que tiene más chicha de la que parece.
- En cooperativo es divertido, pero no tanto con matchmaking.
- Se echan en falta cuestiones como rangos y le vendría bien contar con partidos de 5vs5.
- Los minijuegos entre partidos son un acierto.
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