Marcos Yasif
Editor - Cine y TVPeriodista y apasionado de la industria del entretenimiento. He crecido con la ilusión de poder viajar por las estrellas como en Star Trek y salvar el mundo como Goku y Superman, dos pasiones que me han llevado a especializarme en cine y series de acción, ciencia ficción y superhéroes. Desde 2022 cuento en 3DJuegos todas las novedades de la pequeña y gran pantalla, con la intención de mantenerte al día con las historias que nos hacen soñar y escapar de la realidad, pero mi historia en la revista comenzó mucho años antes: en 2008.
No sé si lo viviste entonces, pero uno de los motivos por los que Avatar se convirtió en la película más taquillera de todos los tiempos fue por su apuesta por la tecnología de filmación y proyección en 3D. Fue una revolución, y hubo gente que ya la había ido a ver en formato convencional que no dudó en volver a pagar una costosa entrada para vivir la experiencia. Pero es posible que su éxito no habría sido tan, tan colosal si apenas unos meses antes no hubiera llegado otro taquillazo (pequeño) que ayudó a popularizar el 3D entre la audiencia.
Y es que, aunque a lo largo de los 2000, sobre todo en la segunda mitad de la década, fueron muchas las películas que tuvieron pases en las salas de cine en este formato, lo cierto es que el 3D fue algo más de nicho que una opción comercial masiva. Y aquellos largometrajes que lo ofrecían, en verdad, eran vistos más como un simple truco publicitario que como una parte esencial de la experiencia cinematográfica. Casi todas eran adaptaciones al 3D desde un formato tradicional en 2D y el resultado, insistimos, no era muy siglo XXI. Y las que apostaban por rodarse en 3D nativo tampoco gozaban de mucha repercusión. Entonces llegó Viaje al Centro de la Tierra (2008) con muchos dinosaurios, muchas aventuras y un Brendan Fraser estelar.
Uno de los primeros éxitos del cine en 3D
Viaje al Centro de la Tierra (Journey to the Center of the Earth en versión original) se filmó haciendo uso del sistema de cámara digital Fusion, que permitía el 3D nativo, siendo uno de los primeros grandes ejemplos de su tipo. Sin embargo, lo que hace realmente especial a la película y por lo que hoy os la traigo aquí es porque el blockbuster funcionó bien a nivel comercial. Con apenas 60 millones de dólares logró recaudar 244,2 millones de dólares, con un estreno en Estados Unidos en el que el 57 % de las entradas se vendieron para verla en 3D. La fueron a ver así, y la gente notó que pagar un extra por disfrutarla en este formato valía la pena.
Tenemos el caso, por ejemplo, de Roger Ebert, uno de los críticos más influyentes de Estados Unidos en aquellos años, que pese a no mentir sobre la calidad narrativa del film, no dudó en recomendarla a una parte del público: "Hay una parte de mí que siempre tendrá afecto por una película como Viaje al centro de la Tierra. Es una parte pequeña y en constante disminución, pero una vez que me puse las gafas 3D y me acomodé en mi asiento, comenzó a animarse. (...) La película va de un set piece [escena de acción] a otro, sin mucha preocupación por la trama o la ciencia. Pero su única razón para existir es su nueva tecnología, que funciona bastante bien. Es la primera película de acción en vivo que usa el sistema RealD 3D. El resultado es que los objetos a menudo parecen saltar de la pantalla en tu dirección", podemos leer en su reseña.
Por supuesto, yo tampoco quiero engañaros, comparar Viaje al Centro de la Tierra con Avatar sería una imprudencia por mi parte. La superproducción de James Cameron fue quien perfeccionó esta tecnología y le dio más empaque. Pero también es cierto que la cinta protagonizada por Brendan Fraser, y dirigida por el también supervisor de efectos visuales Eric Brevig, allanó el camino para el éxito mayúsculo de Avatar ayudando a que hubiera un público más mentalizado para estas películas, y también para que hubiera más salas de cine preparadas para acoger el estreno de ciencia ficción y así hacerles engordar sus números. Y es que, recordemos, Avatar recaudó 1.350 millones de dólares solo en entradas en 3D. Puede que sin esta revolución, quién sabe, igual no hubiera conseguido superar el récord de Titanic.
Dónde ver Viaje al Centro de la Tierra en TV
Dejando atrás este tema, y como decía Roger Ebert, Viaje al Centro de la Tierra no es una película altamente recomendable. Es más un pasatiempo familiar con algunos trucos en pantalla bastante simpáticos pero que desde el televisor de tu casa igual no se sienten tan mágicos. La cinta además no es la mejor reinvención de la obra de Julio Verne. Pero si no tienes mejor cosa que hacer o buscas introducir a tus hijos, si los tienes, en la fantasía de ciencia ficción del escritor, puedes verla hoy, 15 de octubre, a partir de las 22:00 (hora peninsular) por Paramount Network. También está disponible actualmente a través de Netflix. La película tuvo, por otra parte, una secuela con Dwayne Johnson de protagonista más exitosa, pero bastante menos interesante.
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