"No tengo escenas así en mis películas". Tarantino se desafió a sí mismo en un rincón sorprendente de su filmografía: un episodio de CSI

Cuando queremos ver algo de Quentin Tarantino, esperamos un estilo muy concreto. Diálogos mordazes, humor negro y violencia hiperbólica. Es el tipo de estilo que nos sorprendió que pudiese casar con algo como Star Trek, con aquella colaboración que nunca acabó sucediendo. Mucho antes de eso, sin embargo, el cineasta ya se había enfrentado a algo totalmente fuera de su zona de confort.

Pasó en 2005 y para una serie de televisión. Y la sorpresa es que no fue para una serie de autor o hecha a su estilo, sino para CSI, un procedural policiaco de los de toda la vida. Tarantino era un enorme fan, y tuvo la fortuna de toparse con su actor favorito de la serie, William Petersen. En lo que seguramente era una formalidad, Petersen le dijo que debería acercarse un día a dirigir un episodio. Tarantino se lo tomó muy en serio.

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Enterrado vivo

Dicho y hecho. En una entrevista de GQ, contaba que no solo le encantaba la idea de dirigir un episodio de CSI, sino que tenía una idea muy concreta para ello. Bromeaba con que esa idea era "copiar descaradamente" La noche más larga. Una película televisiva de 1972 cuya trama ya había tomado prestada para Kill Bill y que narraba la historia de una mujer enterrada viva.

Nació así Grave Danger, el doble episodio para el final de la quinta temporada de CSI que narraba una versión actualizada de esa misma historia. Nick era enterrado vivo, y recaía en el resto del equipo rescatarlo. Rodado en tiempo récord, aquel episodio no solo supuso una nueva experiencia directorial en la carrera de Tarantino, sino también un gran desafío, ya que cerraba con una intensa escena en la que rescataban a Nick a la vez que intentaban evitar una explosión.

"Nunca había rodado una escena así. Eso es una escena de peli de acción propiamente dicha. Y no tengo escenas así en mis películas. En el calendario de una película, eso serían cuatro días fácil, si no toda la semana. Y fue muy emocionante, porque solo tuvimos aquel último día en el set… ya está. Cuando nos vayamos, no vamos a volver. Y tienes esa comidilla toda la noche mientras ruedas, pero es también de algún modo emocionante y eso es sexy"

Cuando se emitieron, los espectadores quedaron sorprendidos con dos episodios intensos de CSI que se salían de la norma, pero de no ser porque su nombre aparecía en los créditos, era difícil adivinar que esto era obra de Tarantino. Se tomaba pocas licencias creativas en la dirección, y sus característicos diálogos no estaban presentes ya que el episodio fue escrito por el staff habitual, con él solo supervisando la historia.

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