Chema Mansilla
Editor - Cine y TVLa ciencia ficción ha sido un género que ha evolucionado de manera asombrosa a lo largo de los años, dando lugar a sus propios subgéneros, como la space-opera, con sus aventuras en mundos o futuros distantes, más cercanas a la fantasía que a una aproximación realista y científica. Desde sus inicios en las páginas de las revistas de pulp, pasando por los seriales de Flash Gordon, hasta llegar a las icónicas series de televisión como Star Trek y Star Wars, el espacio exterior y las aventuras intergalácticas han cautivado la imaginación de generaciones.
De ahí que la space-opera es un pilar fundamental en la ciencia ficción dentro de la cultura pop. Desde sus humildes comienzos en novelas y cómics de la década de 1920, donde héroes espaciales como Buck Rogers y Flash Gordon luchaban contra malvados villanos extraterrestres, hasta la sofisticación narrativa de las series de televisión y películas contemporáneas. El éxito televisivo de la serie Star Trek en la década de 1960, con su visión optimista del futuro y la exploración del espacio, y sobre todo el estreno de Star Wars, encendió la pasión de millones de fans del género en todo el mundo con su épica galáctica. Sin embargo, entre todos los gigantes del entretenimiento que surgieron en las siguientes décadas a rebufo de su éxito, existe una joya oculta que merece un lugar destacado en la historia del space-opera: Farscape.
Una odisea espacial diferente
Farscape irrumpió en la parilla televisiva en 1999, y lo que la diferenciaba de cualquier otra serie de ciencia ficción de la época fue la manera de enfocar su narrativa, con un tono atractivo para todo tipo de espectadores que desarrollaba una trama que poco a poco, y con cada temporada, creció exponencialmente en complejidad y ambición. La trama sigue a John Crichton, un astronauta estadounidense que, en un vuelo experimental, es transportado a través de un agujero de gusano a una galaxia desconocida. Muy en la línea de Flash Gordon, ¿verdad? Allí, se encuentra con Moya, una nave espacial viviente, y un grupo de prisioneros alienígenas que se convierten en su nueva familia.
A medida que la serie avanza, los conflictos y las dinámicas interpersonales entre sus inadaptados protagonistas se convierten en el corazón de la narrativa. La relación entre John Crichton y Aeryn Sun, en particular, sin duda el motor de la serie. La huida a lo largo y ancho de la galaxia de estos prisioneros se convierte en la excuda perfecta para dejarse llevar por uno de los escenarios más originales del género, que influiría algún tiempo después a otras series como Firefly. Por desgracia su popularidad no logró el mismo nivel de Stargate o Babylon 5 y a Sci-Fi Channel no pudo justificar su elevando presupuesto con las audiencias de sus primeras temporadas, cancelando la serie justo cuando comenzaba a funcionar el boca-oreja entre los aficionados del género.
Un artesano inesperado
La creación de Farscape viene acompañada de dos nombres destacados de la ciencia ficción y la televisión: Rockne S. O'Bannon y Brian Henson. Si bien O'Bannon es un viejo conocido de la ciencia ficción gracias a la versión televisiva del la película Alien Nation, es Brian Henson quien desempeñó un papel fundamental en dar vida a esta serie. Brian, hijo de Jane y Jim Henson, heredó la productora de sus padres, conocidos por crear a los queridos Muppets.
La creación de Farscape viene acompañada de dos nombres destacados de la ciencia ficción y la televisión: Rockne S. O’Bannon y Brian Henson
Jim Henson, un visionario en la industria del entretenimiento, es el genio detrás de personajes como la Rana Gustavo, y con Farscape, Brian Henson buscó demostrar el potencial de las marionetas en la televisión, alejándose de los productos dirigidos exclusivamente al público infantil. La serie abrazó la idea de combinar efectos especiales de vanguardia, actores humanos y marionetas para crear un universo completamente único. El resultado fue una estética deslumbrante y una serie que no temía experimentar con lo inusual y lo extravagante.
Un final precipitado y un legado vigente
A pesar de su éxito y fiel legión de seguidores, Farscape fue cancelada de manera inesperada por Sci-Fi Channel tras su cuarta temporada, justo cuando la historia comenzaba a tener un tono mucho más dramático y una escala más épica. Sin embargo, la pasión de los fans logró que se produjera una miniserie de tres horas para atar cabos sueltos y poder darle a la serie un cierre adecuado. Además, durante años se valoró la producción de una serie de episodios web que reforzara la trama, además de una película que sirviera de continuación a la historia de los personajes.
Hoy en día, el legado de Farscape sigue vivo. James Gunn, director de las exitosas películas de los Guardianes de la Galaxia para Marvel Studios, ha reconocido la influencia de la serie en la creación de su propio equipo de galácticos y excéntricos héroes. Además, Claudia Black, una de las actrices protagonistas de Farscape, ha vuelto a conectar a los fans de la ciencia ficción al interpretar a un personaje importante en la nueva serie de la saga Star Wars, Ahsoka, donde encarna a una de las misteriosas hermanas de la noche.
Si te ha picado la curiosidad, puedes ver Farscape en Apple TV+ y disfrutar de una serie que merece una atención renovada, y que en su momento mereció mucha mejor suerte. Su mezcla de elementos al más puro estilo Star Wars con otras producciones del tipo Babylon 5, la convierte en una experiencia muy singular en el género del space-opera.
En 3Djuegos | Un hematólogo es el responsable de que Indiana Jones sea arqueólogo y no el dueño de una discoteca
En 3Djuegos | Ahora que sé de dónde salió este efecto de sonido, RoboCop me parece simplemente aterradora
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