La llegada de Xabi Alonso al Real Madrid, como bien ha documentado en repetidas ocasiones el periodismo deportivo patrio, tenía que ver con ciertas ganas de romper con el libreto de Carlo Ancelotti. Aunque fue exitoso en el pasado, la temporada pasada del conjunto blanco evidenció problemas en la creación de juego, cierto anacronismo en la metodología de trabajo y la falta de sintonía entre las dos principales estrellas: Kylian Mbappé y Vinícius Jr.
Xabi aterrizó en el Real Madrid tras una exitosísima etapa en el Bayer Leverkusen, y dejando muestras de ser un técnico brillante en la preparación de partidos y la táctica. Eso centró la conversación en cuestiones que con Carletto no eran habituales en rueda de prensa como si tres o dos centrales, la posición de la línea defensiva o la activación tras pérdida. Sin embargo, el Real Madrid está lejos de ser una balsa de aceite, y bastan un par de mal resultados o una actuación mejorable en un gran partido para encender las alarmas. Como sucedió en el último encuentro.
Dado el marcado carácter de estratega de Xabi Alonso y la incertidumbre que despierta ahora mismo su Real Madrid, me dispuse a hacer un ejercicio similar al que realicé hace un tiempo con Cesc Fábregas: replicar su táctica en Football Manager 26 y observar si a final de temporada Vini y Mbappé acaban de empastar, qué papel termina por hacer el club en Champions y echar un vistazo a qué tal funcionan apuestas como la de Arda Güler. Para ello, hay que armar la táctica.
Un ataque asimétrico para potenciar virtudes
Además de mi propia observación de los partidos del Real Madrid y de la propuesta del técnico tolosarra, he usado un interesante análisis de The Football Analyst como base del sistema táctico propuesto en Football Manager 26. Con eso, he armado un 4-2-3-1 asimétrico en ataque y un 4-1-4-1 en defensa, así como me he tomado la libertad de usar el mejor once teórico para la estrategia que parece buscar Xabi. Sí, con Valverde en banda derecha y Trent como lateral por delante de Carvajal.
En ataque, la idea de Xabi Alonso ha sido maximizar las virtudes del equipo, pero sin usar bloques bajos y contraataques con conducción como en la etapa de Carletto. Se busca sobrepoblar de jugadores técnicamente habilidosos la zona izquierda, con Vinicius, Guler y Mbappé, pero sin usar desdobles con el lateral para maximizar el espacio concedido al brasileño, y por ende, al delantero francés que partiendo ligeramente escorado desde la posición de delantero, está en una zona en la que se encuentra cómodo.
En construcción tendríamos a Trent apoyando en el hueco que dejan Tchouameni más retrasado y Bellingham más adelantado, y una base de juego integrada por Carreras sumándose a los dos centrales. El mediocentro francés parte bastante retrasado, dejando un hipotético hueco a Vini o Guler si vienen a recibir, permitiendo lanzar ataques de Mbappé o saltar líneas con Bellingham. Para que todo esto funcione hay que priorizar instrucciones de mayor amplitud en el juego, un ritmo más alto y un estilo de pase más corto.
Más allá de los nombres concretos, uno de los conceptos clave del juego posicional de Xabi es la asimetría, no sólo de una banda a otra, sino de abajo a arriba. Esto es así por el uso de la carrera del tercer hombre (mecanismo en el que un tercer jugador se desmarca justo cuando el primero le pasa el balón al segundo, que se la pasará de forma coordinada; algo en lo que Xabi insiste mucho) para superar líneas defensivas, y por los triángulos de seguridad en el pase que dificultan una presión ordenada y simétrica del rival.
Defensa compacta y con cierto potencial de contras
En cuanto a las instrucciones más concretas, hay un par que casan bien con lo visto en estos partidos de Xabi al frente del Real Madrid. Para empezar, vamos a pedir a los jugadores que la carreras de apoyo se hagan por dentro, ya que la amplitud siempre nos la darán los extremos. No queremos que Carreras suba, y Trent, como parte del centro, nos interesa que el desmarque lo haga por dentro.
Antes de pasar al esquema defensivo, tratemos de replicar algo que hace mucho este equipo, y es generar ocasiones a partir del robo de balón en zonas adelantadas. Por ello, más allá del dibujo, tenemos que usar instrucciones de contrapresión, línea defensiva adelantada y activar la presión siempre que sea posible. En defensa vamos a optar por un dibujo que se modifica a lo largo de las zonas, pero que es bastante fiel a la propuesta de Xabi.
La presión adelantada se la cedemos a Mbappé que tendrá que ayudar bastante, pero que contará con el resto del equipo relativamente cerca gracias a nuestras instrucciones para poner la línea defensiva casi en mediocampo. En bloque medio seguimos observando el 4-1-4-1, pero la cosa sí que cambia con el bloque bajo. Vinicius tiene el rol de Centrocampista de Banda Interior que le posibilita ser una herramienta de contrataque, y Tchouameni se incrusta entre los centrales con el rol de Mediocentro Retrasado.
Xabi también insiste con la presión en el centro del campo, obligando al rival a jugar por bandas. Aquí no es tan necesaria la presión de los laterales, que no cambiaremos a un rol adelantado, como la fortaleza del Real Madrid en el juego aéreo, especialmente en bloque bajo. Huijsen, Militao y Tchouameni son un baluarte por arriba, mientras la banda izquierda cuenta con un Vinícius que no ayudará mucho, y la derecha con un Trent que no destaca por sus capacidades defensivas.
Se falla en los días grandes
Tras esto, toca simular y Football Manager nos da una de cal y otra de arena. Dejadme empezar por lo bueno. Mbappé marcó 48 goles en 58 partidos oficiales, 31 en Liga para alzarse como Pichichi, Bellingham ha sido un éxito en ese rol de segundo delantero aprovechando los espacios que se abren en el lado derecho con 24 goles y 17 asistencias en 57 partidos, mientras Güler se asentó en el once con 14 asistencias y la cuarta mejor puntuación media de todo el equipo.
El mayor éxito llega con Vinícius. El esquema le sentó como un guante, logrando 26 goles y 26 asistencias en 57 partidos y una puntuación media de 7.46. Unos números que le sirvieron para ser el mejor jugador de LaLiga y demostrar que con un compromiso mayor, podría estar alcanzando unos guarismos envidiables dentro de la pizarra de Xabi Alonso.
Las malas noticias son los resultados finales, y más cuando terminamos la temporada en blanco. En la competición doméstica el Barcelona se lleva el gato al agua por un único punto de diferencia, la Copa del Rey se la lleva el club catalán al vencernos en la final, en Champions caemos en Cuartos de Final contra el Arsenal y también decimos adiós a la supercopa, que en esta ocasión nos la gana el Athletic Club en los penaltis.
El mismo problema que se vislumbra en lo que va de temporada en el mundo real, que es el rendimiento pobre en las grandes noches contra equipos del más alto nivel, es lo que acaba de mandar nuestra temporada al traste en Football Manager 26. Sólo logramos vencer al Barcelona en la Supercopa, para un acumulado de 4-8 en goles a lo largo de cuatro enfrentamientos. Más allá de recuperar a Vinícius para la causa, replicar el sistema táctico del Real Madrid en FM 26 nos ha servido para ser fuertes, regulares y conceder pocos goles en liga, pero nos llega para las grandes noches nacionales y europeas.
Foto de @RealMadrid
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