Parece que fue ayer cuando LucasArts era uno de los grandes nombres del PC Gaming, y no sólo por ser la compañía que hacía los mejores juegos de Star Wars. La subsidiara de LucasFilm para el entretenimiento tenía en su haber muchas más sagas que la que creó George Lucas. Quizás las más conocidas después de la saga galáctica eran las aventuras gráficas, pero también se prodigó con IPs originales o adaptadas de otros medios. Una de las menos recordadas de manera tremendamente injusta fue Outlaws.
'First Person Shooter' sucesor espiritual de Dark Forces, nos contaba con un amor y admiración por los westerns clásicos la historia de Sam Anderson, un marshall retirado de EE.UU en el salvaje oeste que intenta vivir una vida tranquila en compañía de su esposa y su hija. Sin dejar de ser la clásica historia de búsqueda de venganza por parte de un personaje atormentado por su pasado, la trama de Outlaws brilla por cómo está representada en nuestras pantallas de ordenador (y ahora con este remaster que se ha currado NightDive Studios, también por primera vez para consolas), pero también porque fue uno de los juegos más difíciles de su época, y a día de hoy pude plantarle cara a otros de su mismo género y otros.
La Ley del Oeste: el más hábil es el único que sobrevive
Ya hacía tiempo que disfruté de este juego, con la "tierna edad" de tan solo 14 años cuando fue lanzado para PC. Cuando se puso disponible en GOG.com, tampoco pude resistirme a revivirlo y me sorprendió lo bien que había envejecido en el terreno jugable pese a su simplicidad. A diferencia de su "antecesor" -Dark Forces- Outlaws no ofrece al jugador una progresión por sus misiones con briefings o consejos, ni tampoco hay un menú de pausa al que pudieras recurrir para ver lo que llevabas. Todo lo debías hacer en tiempo de juego.
Y con la de "malosos" que hay en sus escenarios, pues eso le daba un toque de tensión e inmersión adicional. Disponemos de un mapa como el que se ve en Doom o en Dark Forces, de planta, que se mueve con nosotros y va dibujando el escenario a medida que lo descubrimos. Pero lo realmente interesante (e incluso furstrante) de este juego era el comportamiento de los enemigos. Los primeros camperos del gaming no fueron humanos, sino los secuaces de la banda de Bob Graham (el hombre que ha secuestrado a nuestra hija para que le vendamos nuestras tierras por las que ha de pasar su nueva línea ferroviaria). En este juego te podían matar de un tiro si no estabas atento a las esquinas
Los primeros camperos del gaming no fueron humanos, sino los secuaces de la banda de Bob Graham, que te podían matar de un tiro si no vigilabas las esquinas
Esto, por frustrante que fuese, resultaba "realista" si somos conocedores de los westerns; no obstante, sólo ocurría si íbamos corriendo a lo loco por los escenarios, sin escuchar las puyas de los secuaces que intentaban rellenarnos de plomo. Pero no siempre hablaban, y debías estar atento a todo. Por suerte, el juego era flexible con su sistema de guardado; manuales, y algo ortopédicos para esta época en la que vivimos, pero necesarios porque sólo los más hábiles serán capaces de superar sus niveles sin morir una vez, al menos si juegas en el nivel normal de dificultad.
A esa puñetería de los NPC hay que sumarle la exploración de los niveles, de los más grandes de su momento y que en algunos casos no sólo superaban a los de Dark Forces, tambien a otros juegos "parientes" de Outlaws como Duke Nukem 3D. El poder explorar y encontrar todos sus secretos era un verdadero reto con buenas recompensas, no sólo ahora en forma de logros también, sino en el pasado con recursos y herramientas para tus armas, como la mira para tu rifle.
Si no la habías conseguido en su momento, niveles como el del la Cuenca Fluvial se hacían muy difíciles al estar los enemigos muy en la lejanía y teniendo que acercarte a ellos bajo intensos tiroteos al estilo emboscada en un congosto. Y luego estaba el comportamiento de las armas. En ningún otro juego me ha resultado tan satisfactorio el hecho de recargar la munición, pudiendo elegir si relleno el tambor del revolver del todo o no.
Es una capa de dificultad adicional para los que les gusten los shooters, el conservar la escasa munición que hay en algunos niveles, porque de lo contrario solo te quedarán los puños para eliminar a los enemigos, y el daño como he mencionado es considerable. Si que podía molestar un pelín más que a veces las balas no diesen en el blanco, incluso cuando apuntabas perfectamente. Algo que, nuevamente, también podía ocurrir en la vida real. En definitiva, a nivel jugable, es un desafío que gustará a los que quieran medir sus habilidades, siempre que no les importe un pequeño extra de dificultad, aunque en su nivel más fácil es mucho más permisivo.
Y en la versión de consolas gana y mucho si os digo la verdad, ya que -por ejemplo- con la PS5 he podido usar los controles de movimiento del Dual Sense para apuntar a los enemigos; no tenía necesidad de usar tanto los sticks para fijar mi blanco. Por supuesto, y al igual que las opciones gráficas mejoradas que ahora os explicaré, puede apagarse para jugar de forma más tradicional.
Lo bueno, lo feo y lo malo de Outlaws: Remaster
Siendo un trabajo de NightDive Studios, está claro que se ha respetado al máximo y tratado con suma delicadeza el material original que LucasArts empleó para publicarlo en 1997. La paleta de colores se ha realzado, así como la resolución de sus magníficas escenas de vídeo. De hecho, me atrevería a decir que es un juego que se va a disfrutar más en consolas por el tema de control por movimiento de algunas versiones y la fluidez que ofrecen. No es que el PC no pueda replicarlas, pero me he sentido más a gusto en la versión de PS5 -y asumo que así será también para Xbox Series e incluso Switch 2- que en compatibles.
Quizás porque han cambiado los controles respecto a la versión original y a mi memoria muscular le ha costado un poco más volver a jugarlo, pero no es algo que pueda clasificarse como negativo; los nuevos jugadores que quieran probarlo se sentirán muy cómodos. Ahora bien, la versión de consolas he notado que tiene algunos fallos en el audio, que puede entrecortarse en algunas escenas, pero no es algo que no se pueda corregir con algún futuro parche, y siendo Night Dive un estudio minucioso, no dudo de que lo harán, pero podrían haberlo cuidado un poco más para un lanzamiento como este. Compensan un poco este apartado con la recuperación del doblaje al castellano ausente en la versión de GOG en la versión original. Por sacartle una tara al apartado gráfico, inexplicablemente, las escenas se siguen mostrando en un formato de 4:3, en vez de intentar adaptarse al más actual de 16:9.
La inclusión de la Cámara Acorazada es una autentica perita en dulce para los aficionados al tema de las curiosidades
Quizás haya sido para respetar al máximo la obra original, y tampoco para forzar en exceso el realzado en la resolución, pero me parece que podrían haberlo compensado de alguna forma sin deformar demasiado las imágenes. Por lo menos, las transiciones entre esas escenas y el gameplay son instantáneas y fluidas, dándonos la sensación de que estamos viendo un western de los de John Wayne, Clint Eastwood, o James Stewart.
Un broche que me ha encantado para esta edición remasterizada es la inclusión de la Cámara Acorazada, con toneladas de materiales que explican el proceso de creación del juego original; una autentica perita en dulce para los aficionados al tema de las curiosidades, algo que ya vimos también en el remaster de Dark Forces.
Y como curiosidad, también se ha recuperado su multijugador con hasta cuatro modos de juego: Duelo a Muerte (todos contra todos), por Equipos, Captura la bandera y "Mata al tonto del pollo" (una suerte de Calavera de Halo pero con un pollo); no era el mejor multi de su época, y ahora tampoco lo será, aparte que el motor del juego y la estructura de los niveles ya está muy desfasada para algo así, pero al menos se agradece el esfuerzo por incluirlo.
En cualquier caso, lo que llama de este juego ahora con remaster es, como os he dicho, su desafío y dificultad, su ambientación, y también el hecho de que se hayan incluido las misiones del pack de expansión "A Handfull of Missions". Eso, sumado a todos los logros por conseguir, y sus misiones, harán que este remaster sea muy apreciado, disfrutado y rejugado por nuevos y antiguos jugadores.
Tal vez no llegue a los niveles de juegos como GUN o Red Dead Redemption, pero si eres un fan de los westerns y te gustan los videojuegos, esta joya olvidada de LucasArts que han remasterizado los cracks de Night Dive Studios es un juego que no deberías perderte. Es un juego difícil pero muy logrado, satisfactorio en sus mecánicas y con contenido de sobra para entretenerte y revivirlo en el futuro.
- La ambientación y el apartado artístico hace que parezca que estamos viendo una peli animada del oeste
- Los controles por movimiento en consolas le sientan de maravilla
- Tiene una dificultad que puede ser frustrante pero que te enseña a vigilar esquinas y estar atento
- Incluye el doblaje al castellano original de 1997
- Algunos fallos técnicos en consolas y anclarse en el formato 4:3 para las escenas pueden desmerecer el acabado
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