José A. Mateo Albuerne
Jefe de ActualidadPor mucho que Nintendo los esté dominando y convirtiendo en fenómenos de masas, el mundo de los "partyjuegos" lleva existiendo desde hace lustros. No en vano, Sony ya lo intentó con la cámara para PS2 EyeToy, y también tuvimos el boom de los títulos musicales, fruto de los cuales tenemos nuestros trasteros llenos de micrófonos, guitarras e instrumentos de plástico. Y a pesar de que ahora este tipo de títulos hayan sufrido la revolución del online, si quieres sentarte en un sofá con amigos o familiares a jugar una experiencia multijugador relajada, seguramente tu objetivo sea hacerte con una Switch y cualquier Mario Party.
Eso es lo que le pasa a mi mujer, con la que jugué bastante en su día a Mario Party Superstars, y con la que llevo un tiempo dándole caña a Jamboree. A la espera de de una nueva entrega dentro de unos años, y en un fin de semana como el pasado en el que tampoco teníamos mucho que hacer, le hice una propuesta; jugar a lo más parecido que hay a un juego de mesa en WWE 2K.
El caso es que desde que Netflix empezó a emitir los programas de Raw y Smackdown a principios de este mismo año, tanto ella como yo nos aficionamos a seguir más o menos de forma semanal lo nuevo de la lucha libre norteamericana. Los dos añorábamos nuestra infancia viendo a Batista, Rey Mysterio, Edge y compañía, por lo que ha sido todo un descubrimiento ponernos cada pocos días frente a una nueva generación de luchadores como Rhea Ripley, Bron Breakker o Penta.
Nos montamos nuestra propia película
Estoy hablando del modo de juego MyGM, uno que de forma bastante contraintuitiva no tiene mucho que ver con su homónimo en NBA 2K, y que hace check en la mayoría de casillas que se asocian a un partyjuego. Tenemos la experiencia social de estar en el mismo sofá, la capacidad de hacernos jugarretas durante la partida, y una competición amable por turnos al estilo Mario Party.
La idea detrás de este modo de juego es convertirnos en máximos responsables de una de las marcas de WWE, ocupándonos de los fichajes de superestrellas, la mejora de nuestro estadio o del personal de los eventos, así como de cerrar la cartelera de los distintos programas que llevaremos a cabo. Elegiremos quienes luchan por los títulos, si una pelea tiene que ser sin reglas y con armas como escaleras, gestionando además cuestiones como las rivalidades y los egos entre los luchadores.
Esta dinámica se gestiona en base a turnos, que no dejan de ser semanas de programa, midiéndose con cada uno de ellos el éxito que hemos cosechado a nivel económico o de audiencia. Si somos capaces de armar carteleras de combates atractivos, hacer germinar rivalidades, y mantener contentos a nuestros trabajadores, conseguiremos más recursos con los que hacer progresar nuestra marca.
Hasta tenemos objetos al estilo Mario Party
¿Y cómo se gana? Pues lo cierto es que aquí encontramos algo muy interesante como es el hecho de que para vencer es necesario conseguir un total de 10 trofeos. Es necesario completar varios desafíos concretos, en lo que nos puede recordar a un Civilization, donde la victoria está detrás de una conquista militar, tecnológica o religiosa. Se trata de un acercamiento muy de juego de mesa, permitiendo que cada competidor opte por un estilo de juego que le apele.
Esas cartas cumplen el rol de los objetos de Mario Party.
Si además eres fan de la WWE, la gracia de MyGM también está en "montarte la película", intentando hacerte con personajes que te gustan en la vida real, dándole oportunidades de título a quienes Triple H no se las da, o rompiendo parejas que son muy exitosas pero a las que no les encuentras lo interesante. A veces, esto va a en contra de lo óptimo en el juego, y por eso vamos los últimos tras un año de MyGM.
Se suelen priorizar combates entre clases de luchadores que casan bien en el ring, como Gigantes y Pesos Ligeros, encuentros entre superestrellas "buenas" y "malas", así como reglas que están entre las favoritas de ciertos integrantes de la plantilla; pero nosotros estamos obsesionados en hacer peleas que nos gustaría ver en un RAW de Netflix cualquiera.
Podríamos estar líderes, porque estamos gestionando muy bien nuestra partida a nivel económico y contamos con el estadio más grande de todo MyGM, pero la verdad es que estamos muy ocupados intentando que Roxanne Perez sea campeona mundial, que nuestro favorito en el micro L.A. Knight haga siempre promos, y que Bron Breakker mejore hasta poder rivalizar con Seth Rollins para quitarle el liderato de The Vision.
Esto no nos evitará pasar por caja y comprar Mario Party Jamboree, especialmente por lo divertidos que son los microjuegos que propone, pero sí que hemos pasado un fin de semana de lo más entretenido con WWE 2K y sin necesidad de subirnos al ring o ser buenos con el mando en las manos.
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