Para ser un plan que lleva cociéndose desde 2021, es sorprendente hasta qué punto mucha gente aún desconoce que la baliza V16 será obligatoria a partir del 1 de enero de 2026 y que los triángulos que utilizábamos hasta ahora pasarán a estar prohibidos. Y es una sorpresa que no sólo llama la atención de la ciudadanía, sino también de la propia DGT.
Tal y como recogía recientemente Montserrat Estaca, jefa del Área Telemática de la DGT, resulta evidente que algo ha fallado en la comunicación de la administración: "Tú vas preguntando a la gente, a tus conocidos y es cierto que hay mucha gente que no, por tanto, deberíamos entonar un poco el mea culpa de no hemos hecho el trabajo bien o no hemos informado suficientemente a la ciudadanía de esta nueva medida".
Pese a que parece claro que hay un problema respecto a la comunicación de la medida, desde la DGT hay autocrítica, pero no soluciones que le den la vuelta a la tortilla. El director de la DGT, Pere Navarro, confirmaba que no habrá prórrogas ni retrasos en su implementación, y que aquellos que no tengan una baliza V16 en el vehículo si son detenidos por la policía, aunque en ese momento no la necesiten, se enfrentan a multas de 80 euros. La misma que puede caerte ahora mismo si no llevas los triángulos.
A diferencia de lo ocurrido con otros cambios drásticos de la DGT, en los que la comunicación fue mucho más allá de notas de prensa para medios o entrevistas, las administraciones de Tráfico no han realizado comunicaciones masivas por carta o campañas de publicidad a gran escala, algo que sí se realizó cuando se pusieron en marcha modificaciones como las de las etiquetas medioambientales.
El mensaje, difuso y distorsionado, ha terminado desorientando a buena parte de la población que ha caído en la trampa de las balizas V16 no conectadas como alternativa más barata. Al no estar conectadas a la DGT, la principal baza de este sistema, esas balizas más económicas no servirán a partir del 1 de enero de 2026. No ha ayudado que la administración se agarre a mensajes retorcidos para que la idea cale mejor entre la población.
La idea de las balizas por 3 o 4 euros, sin ir más lejos, han motivado parte del problema: "Si se divide por 12 años (el gasto de la compra), sale a 3-4 euros al año y si se mira por el gasto en mantenimiento de un coche (seguro, gasolina, ITV…) no supone tanto. Ya que, desde la DGT se garantiza la conectividad de la V16 durante 12 años, además, si tú cambias de vehículo, la baliza te la puedes llevar de un vehículo a otro como podías hacer con los triángulos".
El problema es que más allá de la retórica, el precio de la baliza V16 conectada está entre los 40 y los 50 euros, lo que ha empujado a parte de la ciudadanía a acudir en busca de soluciones más baratas que no están homologadas y que, por tanto, no tienen conectividad con la DGT. Aunque aún es pronto para saber qué ocurrirá a partir del 1 de enero de 2026, parece lógico pensar que las noticias sobre multas, ya sea por una razón u otra, van a crecer como la espuma.
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