Alberto Lloria
EditorSi hay algo que ha caracterizado a Obsidian es su forma de tratar la realidad y los aspectos más humanos de nuestra sociedad, y cómo los llevan a un entorno ficticio. Los californianos han llevado esa máxima a su Fallout, pero lo han exprimido a más no poder en la dilogía The Outer Worlds, donde la crítica al capitalismo se siente en cada esquina. Una visión de nuestra realidad en un entorno ficticio que Brandon Adler, director de The Outer Worlds 2, ha querido sacar a relucir citando que no busca educar o concienciar, tampoco cambiar la mentalidad de nadie con un mensaje político directo sobre la situación actual, aunque su retrato del poder y sus abusos siga golpeando con fuerza.
En el podcast My Perfect Console, Adler asegura que Microsoft jamás intervino en el contenido del juego ni pidió revisar sus diálogos o planteamientos. "Nunca nos dijeron 'no podéis decir eso'. Literalmente nunca nos pidieron revisar nada", explica el director, quien incluso apunta que la corporación se mostró sorprendentemente tranquila con la sátira, pese a que algunos de sus elementos podrían interpretarse como una crítica hacia las grandes empresas. "Quizá si hubiéramos ido demasiado lejos habrían dicho algo, pero no pasó", comenta entre risas.
La intención de la saga The Outer Worlds es criticar a las élites, no ideas
Adler también ha citado que la intención de Obsidian nunca fue realizar un comentario político puntual o una crítica al capitalismo contemporáneo. El estudio, liderado creativamente por Leonard Boyarsky, prefiere analizar estructuras de poder desde una perspectiva más amplia y en entornos ficticios. Según Adler, The Outer Worlds se centra en cómo las élites abusan de quienes no tienen poder, y en explorar hasta qué punto una corporación —llevada al extremo— puede explotar tanto a trabajadores como a consumidores. Todo ello filtrado a través de un humor absurdo donde los habitantes del mundo ven normal lo que, desde fuera, resulta directamente delirante.
No obstante, su secuela va un paso más allá. Más allá de las megacorporaciones, The Outer Worlds 2 amplía su abanico de facciones con organizaciones como el autoritario Protectorado o la Orden del Ascendente, un culto científico que roza el fanatismo. Adler subraya que no se trata de críticas a eventos actuales, sino de problemas que han existido siempre: "Por eso muchos creen que hablamos del presente. Pero es que esto ocurre constantemente, lo vemos repetirse una y otra vez".
Adler insiste en que Obsidian no busca sermonear al jugador, sino plantear escenarios complejos y dejar que cada uno saque sus propias conclusiones. "No me gusta que los videojuegos sean moralistas", explica. Por eso, The Outer Worlds 2 presentará de forma fría los pros y contras de cada visión del mundo, lo que ya ha dado pie a interpretaciones enfrentadas entre jugadores que ven en el primer juego una crítica al capitalismo… y otros que aseguran que es anti-comunista. "La verdad es que mostramos cómo creemos que se desarrollarían estas ideas. La decisión final es del jugador", termina por mencionar.
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