Alberto Pastor
Jefe de ContenidosCasi que nací con una NES bajo el brazo y desde entonces, jugar se ha convertido en una pasión que me ha llevado hasta aquí, a 3DJuegos, donde escribo desde hace más de 10 años y ejerzo también de jefe de redacción. Con más de 20 años de experiencia en el periodismo de videojuegos, soy un gran fan de Nintendo desde pequeño, pero tener un PC a finales de los 90 me hizo disfrutar también de las aventuras gráficas como Monkey Island, los juegos de estrategia como Age of Empires o RPG como Baldur's Gate. Aficionado al cine, mega fan de Star Wars y aprendiz de pianista, si me hablas de Grim Fandango te invito a una cerveza.
Con Nintendo siempre lo he tenido muy fácil. Hacen juegos tan buenos que no me cuesta nada recomendar cualquiera de ellos. Pero Kirby Air Riders es distinto; y no precisamente porque sea malo. En realidad, hacía tiempo que no me encontraba con un videojuego tan completo, único y divertido como este. El 'problema', por llamarlo de alguna forma, es que no tengo tan claro a quién va dirigido. "Tienes que jugarlo para entenderlo", te habrás cansado de escuchar durante estos últimos meses, ¡y es verdad! Por eso el gran desafío de Kirby Air Riders es posiblemente el más difícil al que se ha enfrentado su creador hasta la fecha: convencerte de que es un juego que merece la pena probar. Y como digo, es complicado. Los más pequeños de la casa puede que no superen su barrera de entrada, y es probable que los fans de la acción competitiva no se vean del todo atraídos por este extraño cruce entre Kirby, vehículos y peleas al estilo Smash Bros. Que dicho así parece una mezcla imposible, pero es justo lo que hace de este nuevo exclusivo de Nintendo Switch 2 un juego tan especial; como lo fue en su día el clásico de GameCube en el que se inspira.
Reconozco que incluso a mi me costó un poco conectar, pero cuando lo haces… es alucinante. Es otra clase magistral de diseño de videojuegos por parte de Masahiro Sakurai, que vuelve a demostrar que con apenas un botón y un stick puede crear un juego de acción y carreras con una profundidad y complejidad espectacular. Insisto. Un simple botón y stick. El matiz aquí, a diferencia del legendario Kirby o los juegos de Super Smash Bros., es que el mantra 'fácil de jugar, difícil de dominar' sube de nivel, con un título 'no tan fácil de entender, pero igualmente difícil de dominar'. Y esa es la principal barrera contra la que pueden estrellarse algunos jugadores. Kirby Air Riders es frenético, pero a su vez tiene un sistema de control repleto de matices; es caótico a niveles extremos, pero igualmente exige de ti que actúes con precisión. Déjame decirte algo: vale la pena enfrentarse a este desafío, pues la recompensa es inmensa.
El toque maestro de Sakurai
Una de las claves de Kirby Air Riders es que, en su aparente simpleza, es un título descomunal. Por momentos es un juego de carreras a lo Mario Kart, pero también te enfrenta a batallas campales casi como si estuvieras peleando en Super Smash Bros, te lanza a competir en pruebas de habilidad y hasta te hace correr en circuitos con una perspectiva tan retro, que a los más nostálgicos les costará contener la emoción. Fiel a su estilo, Sakurai ha creado un grandioso parque de atracciones en el que nunca dejas de competir en pruebas únicas, con su propio estilo, mientras desbloqueas sin parar nuevos vehículos, circuitos, pilotos y toneladas de extras. Pero nada de esto importaría si a la hora de la verdad, cuando corres a toda prisa, su acción no fuera divertida. Y aquí está la magia.
La gran peculiaridad de Kirby Air Riders es que los vehículos aceleran de forma automática, sin que tengas que pulsar un botón para ello, 'limitándote' a dirigir la nave para (obviamente) no salirte de la pista. Pero como te puedes imaginar hay mucho, mucho más oculto a simple vista. Y a medida que descubres sus secretos y dominas este arte de correr y pelear al mismo tiempo, más disfrutas de la experiencia. No exagero si digo que parecen dos juegos distintos: el Kirby Air Riders con el que empiezas, sin apenas hacer nada más que coger el rebufo de los rivales y pegar un par de golpes con un movimiento rápido del stick, frente al que te encuentras tras varias horas de partida, cuando ya dominas los atajos, el uso de los derrapes y el turbo, o por supuesto, conoces a fondo las particularidades de los pilotos y vehículos. Porque en su afán por crear un juego increíblemente profundo, cada personaje y nave se sienten únicos de muchas formas distintas.
Sus circuitos, de nuevo, aparentemente simples, ocultan en realidad un diseño extraordinario
No solo su habilidad especial es diferente, con Meta Knight surcando los cielos mientras asesta golpes letales, Pedroso dando un salto colosal que termina con una fuerte explosión, o el propio Kirby pegando espadazos de forma frenética mientras coge impulso; sino que cada piloto tiene además sus propias estadísticas (aceleración, resistencia, velocidad máxima, etc.). Lo mismo ocurre con las naves, que más allá de sus especificaciones técnicas, también ofrecen grandes diferencias en su pilotaje: las hay más aptas que otras para el vuelo, las que al mover rápido el stick, en lugar de atacar, pegan un salto; o incluso otras que no aceleran automáticamente, sino que se mueven a base de impulsos. Cada una se siente única, pero lo que me parece más espectacular es que cualquiera de ellas, en manos de un piloto experimentado, puede alcanzar la victoria. Lo que me lleva a hablar de otro aspecto vital en este juego de Sakurai.
Lo más alucinante de Kirby Air Riders es que sus circuitos, de nuevo, aparentemente simples, ocultan en realidad un diseño tan extraordinario que tiene en cuenta todas estas variables. Que puedas o no volar, que lo hagas a mayor o menor altura; que vayas tan rápido que no puedas apenas controlar el vehículo, o que no sea tan rápido pero puedas permitirte el lujo de colarte por pequeños espacios. Cada pista en la que compites se ha diseñado de tal manera que hasta cuando 'fallas', y caes por un precipicio, la acción no se detenga y puedas continuar por terreno aparentemente intransitable. Esto provoca además que incluso después de varias horas de partida, aún seas capaz de sorprenderte con el alocado y surrealista diseño de estos circuitos. Y como digo, más disfrutas de ellos cuanto mayor es tu dominio del juego.
A vista de pájaro es otro de los modos principales del juego.
Imposible aburrirse con este juego
Hasta ahora he hablado casi exclusivamente de las carreras más tradicionales de Kirby Air Riders, pero como te decía, esta no es más que una pequeña parte de la experiencia. De primeras, A vista de pájaro puede no resultar tan atractivo con sus carreras en circuitos más pequeños a los que te enfrentas, como su propio nombre indica, desde una perspectiva cenital que recuerda a aquellos fantásticos arcade de los 80 y principios de los 90. No te dejes engañar por esta primera impresión porque también aquí hay puedes llegar a vivir batallas memorables, pues la acción no cambia: puedes atacar a tus rivales, usar objetos a lo Mario Kart, aprovecharte de atajos y además, lo habitual es que el circuito te sorprenda a veces con algunas trampas y obstáculos que te pueden hacer perder valiosos segundos.
El diseño de estas pistas resulta igualmente atractivo, pues son muy variadas entre sí y a su manera, también tienen sus particularidades. Yo las he visto como una forma de 'respirar' o 'desconectar' del caos masivo que predomina en Air Riders o, especialmente, Pruebas Urbanas, el otro gran modo de juego con el que te recibe este exclusivo de Nintendo Switch 2. Si has seguido la actualidad de Kirby Air Riders o jugaste en su momento al original de GC ya te haces una idea de lo que aquí te espera: un gran campo de batalla en el que compites contra 15 rivales acumulando bonificaciones para mejorar tu salud, defensa, ataque, velocidad, etc. ¿El objetivo? Más allá de derrotar a cuantos más jugadores mejor, potenciar tu nave de tal modo que, transcurridos los cinco minutos de partida, puedas superar con éxito la prueba final, que es la que decide al verdadero ganador. Este último reto varía dependiendo de la partida: puede ser un combate, o una prueba de vuelo que nos desafía a conseguir la mejor puntuación, o una competición por ver quién recoge más comida. Hay desafíos de todo tipo, y aunque me habría gustado encontrarme alguno más, en general es un buen remate para estas batallas.
La ciudad de Pruebas Urbanas se ha reconstruido tomando como referencia la del clásico de GameCube, con montones de zonas por descubrir, arenas de combate en las que batallas, rampas con las que salir volando y, como colofón, abundantes eventos aleatorios que consiguen poner todo patas arriba. Hablo de batallas contra jefes, o una lluvia de fuego que lo cubre todo, carreras improvisadas o portales mágicos que ocultan grandes recompensas. Es un caos maravilloso, pero caos a fin de cuentas, y esto puede no ser del agrado de todo el mundo. Piénsalo. Esto ya no va solo de competir por ser el más rápido, tienes que golpear y destruir a tus rivales, lo que no siempre es fácil teniendo en cuenta la velocidad a la que te mueves. Lo decía antes, la barrera de entrada puede ser dura.
Siendo este además el gran modo de juego de Kirby Air Riders, tampoco habría estado mal que se incluyera algún mapa adicional. No me malinterpretes. La ciudad de Pruebas Urbanas está genial y es divertidísimo perderse en ella porque, como con el resto del juego, siempre encuentras algo nuevo; y hasta que domines todos sus secretos, pasarán horas. Pero cuando juegas una partida tras otra el escenario se vuelve algo monótono, perdiendo ese punto de alegría extra que existe cuando visitas un paisaje diferente. Pero no te voy a negar que me he divertido muchísimo batallando sin descanso, especialmente en el modo online, donde sin duda vas a vivir los momentos más tensos y emocionantes del juego.
El modo historia de Kirby Air Riders
Salta a la vista que lo nuevo de Sakurai y Nintendo es un juego pensado principalmente para disfrutarse con amigos. Y si es tu plan, te va a costar encontrar un título más divertido y adictivo que este. Antes de empezar a competir online te propone crear una licencia de piloto que posteriormente puedes personalizar con (sí) montones de stickers y otros elementos decorativos que son todo un homenaje a la saga Kirby. A medida que obtienes victorias en las partidas clasificatorias, vas subiendo de nivel, lo que te hace enfrentarte a rivales con habilidades parejas. En este sentido el juego funciona bastante bien, pero no habría estado mal contar con algunas opciones extra. Por ejemplo, no permite crear torneos, o hacer una lista de circuitos para no tener que seleccionar uno nuevo tras acabar una carrera. Detalles, a fin de cuentas, pero detalles que le habrían venido bien.
Kirby Air Riders es un juego gigantesco, juegues online o en solitario
Y aunque acabo de decirte que el online es la esencia de Kirby Air Riders, lo cierto es que Sakurai y su equipo han vuelto a crear un videojuego tan grande y completo, que también se puede disfrutar jugando en solitario, o en modo local con amigos en casa. Aquí el protagonista es su modo historia, Escapada, que aunque en esencia te enfrenta a los retos ya comentados con anterioridad, lo hace con su propio estilo, con variantes de lo más divertidas; y hasta con retos exclusivos que incluyen emocionantes batallas contra jefes finales. Consigue además que toda esta sucesión de pruebas resulte amena, incluso rejugable, pues hay varias rutas a las que accedes tomando ciertas decisiones. Y lo hace además con cierto aire rolero al permitirte acumular mejoras que harán que cada vez te desenvuelvas mejor en la partida.
Algunas de las variaciones que plantea a lo largo de las dos horas que puede durar tu primera vuelta son realmente divertidas, con carreras en las que compites a velocidades de vértigo, o en escenarios plagados de trampas que lo complican todo en exceso. Y aunque de primeras no es muy difícil (aunque como en Smash Bros., puedes hacer que los rivales sean más duros), te aseguro que llega un punto en el que completar algunas de estas pruebas puede ser un reto considerable. Y hay sorpresas, claro; tanto en la historia como en lo que viene después. Pero esto es mejor que lo descubras por tu propia cuenta.
Lo que quiero que quede claro es que Kirby Air Riders es un juego gigantesco. No he dejado de jugar durante la última semana, y no tengo intención de dejar de hacerlo en el corto plazo. Todavía tengo muchos retos que superar y montones de extras por desbloquear. En este sentido, el juego incluye un hangar donde puedes exponer todas tus naves, que por supuesto puedes personalizar con gran libertad. Ya he visto algunas hechas por otros jugadores, ¡y son una pasada! También me encanta que, como Super Smash Bros., el juego se sienta como un grandioso homenaje al universo Kirby. A todo esto puedes acceder o bien jugando, o bien usando el dinero que recibes al completar estas pruebas. Y la sensación de progreso, recompensa y satisfacción personal es enorme.
La magia de Kirby
Aunque técnicamente no es un juego que saque partido al potencial de Nintendo Switch 2, es innegable que Kirby Air Riders es realmente bonito. Sus escenarios están repletos de pequeños detalles que contribuyen a crear un paisaje idílico en el que da gusto perderse, y aunque los pilotos no te van a sorprender con su nivel detalle o animaciones realistas, cuando los ves pelear a lo loco, pegándose espadazos, usando llamas o cañones de energía, todos a la vez en un reducido espacio, la cosa cambia. Es un festival de explosiones, luz y color que incluye además movimientos de cámara imposible, en circuitos que se retuercen y crecen delante de tus narices con una suavidad pasmosa.
Porque sí, el rendimiento del juego es notable: apenas he notado ralentizaciones, más allá de algún momento mega caótico en partidas online, y tanto en modo dock, como en portátil, la acción se muestra con una fluidez extraordinaria a 60FPS. Destaca además la factura técnica de las cinemáticas del modo historia, con algunas escenas bastante espectaculares que son otra buena excusa para perderse en él.
Al final hablamos de un juego de Sakurai, así que ya te puedes imaginar lo que te espera. Hay tantos, tantísimos detalles aquí y allá, que es una locura perderse analizando uno a uno cada pegatina, cada personaje, escenario o poder especial que usan. El padre de Smash Bros. demuestra una vez más una atención por el detalle al alcance de muy pocos, lo que influye también en la selección de temas musicales, con una banda sonora de enorme calidad repleta de melodías clásicas del universo Kirby. Y como siempre, todo está al alcance de la mano, repartido por una serie de menús bien diseñados con ese estilo tan propio del creador japonés. Como punto negativo, la voz masculina del narrador en español suena falta de emoción, sobre todo en las escenas de video. Lo bueno es que puedes optar por una opción femenina, o incluso por otros idiomas.
El creador de Super Smash Bros. ha vuelto a demostrar por qué es uno de los diseñadores de videojuegos con más talento de la historia. Kirby Air Riders es un juego inclasificable, tan bueno y completo, que puedes pasarte horas jugando y apenas rascar la superficie. Parece simple, pero en su interior oculta una de las experiencias de acción y velocidad más profundas y complejas que he visto en mucho tiempo. Y este es el gran desafío al que se enfrenta. Conseguir que superes esa barrera inicial pues una vez dominas el juego y te haces con el control de sus naves, lo que ofrece es tan único y emocionante que la recompensa a ese esfuerzo vale muchísimo la pena.
Comprar Kirby Air Riders- Un juego aparentemente simple que esconde un nivel de complejidad espectacular
- La curva de dificultad. Las primeras horas pueden ser críticas, pero cuando aprendes a jugar, es genial
- El diseño de Pruebas Urbanas es realmente divertido, pero le habría sentado genial algún mapa extra
- Cada piloto y nave se sienten únicos. Y hay bastantes opciones entre las que elegir
- El diseño de los circuitos en Air Riders: son muy bonitos, están plagados de atajos, y encima se han incluido todas las pistas del original de Game Cube
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