Soy esa clase de jugador que aún teniendo una lista interminable de juegos por completar, de una u otra forma siempre acabo volviendo al pasado para rejugar o descubrir joyas que en su día dejé escapar. Llámalo nostalgia, llámalo simple curiosidad; la cuestión es que me apasiona lo retro. Así que cuanto más fácil me lo pongan, mejor. El problema es que en esta vorágine por rescatar prácticamente todo juego del pasado con cierto renombre, solemos movernos de un extremo al otro, es decir: puede estar muy bien o muy mal. Y me da pena que Sacred 2 Remaster esté más cerca de lo segundo que de lo primero. No es un completo desastre, para nada; pero sí es una remasterización vaga, sin ambición, que pule y mejora ciertos detalles pero se olvida de muchos otros que requerían de más atención y mimo por parte de THQ Nordic. No negaré que incluso así he disfrutado de mi regreso a Ancaria porque, como tantos otros de mi generación, Sacred y su secuela son dos de esos action RPG que dejaron huella. Tal vez por eso me duela más este resultado.
Volver a Sacred 2 ha sido como reencontrarse con un viejo amigo. Y hoy en día sorprende incluso más descubrir lo ambicioso que fue el equipo de Ascaron hace 17 años a la hora de diseñar este colosal mundo abierto, sin pantallas de carta de por medio, y con decenas de enemigos dispersos por todo el escenario. En aquel entonces fue algo espectacular pero como suele ocurrir con todas estas historias, el exceso de ambición le pasó factura: numerosos bugs, un diseño de misiones pobre, sin mucha gracia; así como una interfaz de usuario más complicada de lo necesario. Algunos de estos problemas los fue solucionando la propia comunidad, y de ese trabajo se nutre esta remasterización, que también aporta mejoras gráficas, una banda sonora orquestada, compatibilidad total con mandos y retoques en su combate.
¿A quién va dirigido Sacred 2 Remaster?
El primer gran problema que le veo a esta remasterización es que no hace lo suficiente como para convertir un juego que a todas luces se siente viejo en un RPG de acción atractivo para las nuevas generaciones. Puede que el combate sea ahora algo más fluido y ágil que antaño, pero está lejos de lo que el género ofrece hoy en día: me falta contundencia en los golpes, sentir de verdad el impacto de las armas, como bien hace por ejemplo el nuevo Titan Quest 2. Jugar a Sacred 2 Remaster es volver a esos tiempos en los que podías pasarte un buen rato viendo a tu guerrero y sus enemigos lanzando estocadas al aire, sin que nadie termine de asestar un golpe. Y claro, no es especialmente divertido.
Desde su estreno, Sacred 2 Remaster ha estado plagado de bugs
Sigue siendo un juego que, a pesar de todo, divierte lo suficiente como para que quieras echarle horas. Pero aquí influye mucho la nostalgia. A mi me ha atrapado porque lo recuerdo con cariño, pero no lo va a tener tan fácil con las nuevas generaciones. Y ese es el problema de esta remasterización. No es que le pida cambios tan radicales hasta el punto de parecer un remake, pero sí al menos que lo que hace, lo haga bien; y no es el caso. Desde su estreno, Sacred 2 Remaster ha estado plagado de bugs. Algunos más molestos que otros, sí, pero los hay que incluso me han impedido jugar con teclado y ratón, obligándome a usar el mando. Ha sido una forma curiosa de descubrir que, como tantos otros action RPG actuales, se puede jugar perfectamente con este tipo de control; pero obviamente, preferiría que todo funcionara como toca.
El lavado de cara no ha sido suficiente.
En este punto, Sacred 2 Remaster peca de lo mismo que otras remasterizaciones como la del clásico Syberia. Las prisas no son buenas aliadas, y queda patente desde el primer minuto: errores gráficos, clases de personaje que no terminan de funcionar bien, cuelgues o hasta problemas con la inteligencia artificial de los enemigos, que no esperas que sean unos genios, pero sí que al menos se defiendan de tus ataques. De verdad que tenía muchas ganas de volver al mundo de fantasía de Sacred 2, pero por momentos parecía que el propio juego intentara sacarme de allí por la fuerza. Y es que hay errores sin justificación posible cuando existe además una gran comunidad de fans que, durante años, se han ocupado de corregir y mejorar la experiencia original.
Las prisas no son buenas aliadas, y queda patente desde el primer minuto
No entiendo que se haya recortado su apartado multijugador, tan importante en su día, o que los gráficos apenas evolucionen, dejándonos con estampas muy irregulares (y con muchos, muchísimos bugs visuales). El control de la cámara es bastante torpe, el minimapa no ayuda lo más mínimo, y en no pocas ocasiones te enfrentarás a problemas tan absurdos como ser incapaz de interactuar con alguien que está, por ejemplo, en el interior de una jaula. Como decía, ha sido emocionante volver a redescubrir el mundo de Ancaria porque le tengo un cariño especial y porque, hoy más que nunca, sorprende lo grande y ambicioso que era Sacred 2 en su momento. Tanto que te permite tomar el control de 6 personajes con la opción de hacer el bien, o encarnar a un villano con todas las consecuencias.
El clásico destacó además por añadir algo que no he visto en muchos otros juegos del estilo con su sistema de combos, que te daba libertad para crear tus propios ataques combinando múltiples habilidades únicas. Así que me cuesta mucho recomendar Sacred 2 Remaster. Si eres nuevo, seguramente vayas a disfrutar mucho más de otros action RPG recientes, y si te tira la nostalgia, y no te da pereza andar buscando parches y contenidos creados por los fans, casi que es más preferible apostar por el clásico y no su remasterización. Y me duele llegar a decir esto. La sensación que me queda es la misma que me dejó la también poco inspirada remasterización de Neverwinter Nights 2; un grandísimo RPG que pedía a gritos un trabajo de mejora y refinamiento mucho más ambicioso que el que finalmente mostró.
Me habría gustado tener una opinión más positiva de Sacred 2 Remaster, siendo como es uno de los action RPG que más disfruté hace ya casi 20 años, pero las prisas o la falta de ambición nos han dejado con un regreso muy descafeinado que difícilmente atrapará a las nuevas generaciones… ni tampoco a los veteranos con ganas de revivir viejas aventuras. Con un exceso de bugs imperdonable y muy poco trabajo de mejora en gráficos y jugabilidad, lo único que deseo es que este tropiezo no nos deje sin futuros juegos de Sacred.
Comprar Sacred 2 Remaster- Es la edición completa con todas las expansiones y contenidos extra.
- Se estrenó (y sigue) plagado de bugs y errores que afean mucho la experiencia.
- Muy poca mejora visual y los cambios en la interfaz no siempre son para bien.
- Es fácil jugar con mando y sigue siendo un action RPG que sorprende por su escala
- Pocas mejoras como para que un nuevo jugador lo disfrute, ni son suficientes como para reenganchar a los veteranos
Ver 11 comentarios