Seguramente, junto a León: El Profesional, El Quinto Elemento sea la película más conocida del director francés Luc Besson. Y la verdad es que es una fantasía de ciencia ficción emocionante, divertida y tremendamente impactante a nivel visual. ¿Original? No tanto. Los lectores con cierta edad y aficionados a la ciencia ficción probablemente reconozcan que muchas de las ideas más recordadas de la película podrían haber sido tomadas prestadas de obras previas, sin ningún tipo de vergüenza.
Una larga cadena de parecidos más que razonables
Para comprender mejor la genealogía de El Quinto Elemento, hay que remontarse al lejano 1976, cuando Dan O’Bannon escribió The Long Tomorrow, con ilustraciones de Moebius, publicado en la mítica revista de cómic Métal Hurlant. Esta obra sentó las bases visuales del cyberpunk y de la fusión entre noir y ciencia ficción en viñeta, adelantándose por ejemplo a Blade Runner y ofreciendo un universo urbano saturado de neones y decadencia, con altos rascacielos y coches voladores.
Cinco años después, en 1981, el cortometraje animado Harry Canyon, incluido en Heavy Metal (que adaptaba algunos de los cómics de Métal Hurlant), rindió homenaje a esta estética. Con guion de Daniel Goldberg y Len Blum, el corto presenta un taxista neoyorquino en un mundo futurista que se mete en líos por culpa de una inesperada pasajera Décadas más tarde, en 1997, Besson dirige El Quinto Elemento, con Moebius como ilustrador conceptual, integrando rascacielos escalonados, neones y una presentación de Korben Dallas, el personaje de Bruce Willis, muy parecido al corto de Harry Canyon (por cierto, casualidad o no, Richard Corben es uno de los artistas más míticos de Métal Hurlant).
El corto presenta un taxista neoyorquino en un mundo futurista que se mete en líos por culpa de una inesperada pasajera
En The Long Tomorrow, un detective desilusionado recorre callejones llenos de sospecha; en Harry Canyon, un taxista de Nueva York evita atracos con humor y sarcasmo; y en El Quinto Elemento, Korben Dallas, exsoldado militar, se reintegra al subsuelo de la ciudad, sobreviviendo entre intrigas y traiciones. Si ponemos las tres historias una junto a la otra, empezamos a ver parecidos de lo más sospechosos.
Primera página de Moebius para El Incal e imagen de El Quinto Elemento
Moebius como puente visual y conceptual
Jean "Moebius" Giraud no solo proporcionó inspiración: su influencia es tangible en cada plano. Los bocetos de naves, taxis voladores y vestuarios extravagantes que creó para Besson reflejan la estética que caracterizó su trabajo en cómic. Además, la arquitectura de Mega-City, con rascacielos en capas y autopistas aéreas, retoma directamente la volumetría y disposición escalonada de The Long Tomorrow. Incluso en la caracterización de personajes, Moebius dejó su impronta. La exuberancia de los trajes y la extravagancia de algunos personajes secundarios, como Ruby Rhod, recuerdan a la imaginación desenfrenada de sus cómics, donde la coherencia visual y la exageración conviven de manera natural.
No es casualidad que Besson terminara en tribunales, aunque no por su parecido con Harry Canyon curiosamente
No es casualidad que Besson terminara en tribunales, aunque no por su parecido con Harry Canyon curiosamente. Alejandro Jodorowsky y Moebius alegaron que El Quinto Elemento tomaba elementos sustanciales de El Incal, su obra maestra. Demandaron a Besson por competencia desleal y daños millonarios, señalando similitudes en la narrativa, la estética y el diseño conceptual: el antihéroe guardián de un cristal cósmico y los rascacielos iluminados por neones, entre otros. Finalmente, los tribunales desestimaron los pleitos en 2004, considerando que las similitudes eran fragmentarias y no constitutivas de plagio. Aun así, la polémica dejó claro que El Quinto Elemento se inscribe en una genealogía artística con raíces profundas en la obra de Moebius y sus contemporáneos.
En 3DJuegos | Lo peor de V no es que me traumatizara de niño, es que no hemos aprendido nada de ella
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