No creo ser el único que descubrió Brawl in Cell Block 99 tras toparse en redes sociales con un vídeo viral de dos minutos donde veíamos a un tal Bradley Thomas (Vince Vaughn), después de un silencio breve, destrozar a puñetazos el coche de su novia. ¿La razón? En ese momento la desconocía, pero poco importaba: la película exigía a gritos ser vista por mi parte. Al verla, debo admitir que me encontré con un thriller tan brutal como visceral, incluso repugnante por momentos. Aquella escena del metraje no era más que un precalentamiento que nos iba a sumergir en una espiral de violencia sin piedad.
Una espiral que tardaba en arrancar, dicho sea de paso. La primera hora de Brawl in Cell Block 99 transcurre de forma bastante sosegada y predecible, narrando la historia de un exboxeador metido a traficante que, tras una operación fallida, termina en prisión por negarse a delatar a su jefe. Suena un poco a tópico, ¿verdad? Pues no del todo. Resulta que, en aquel trato fallido, él se pasó al lado de los buenos, lo que acabó llevando a la detención y encarcelamiento de un capo de la droga mexicano. Ahora, este busca venganza y hará todo lo posible para que Thomas experimente el peor de los infiernos.
Posiblemente, la peor cárcel del mundo
No quiero ahondar demasiado en la trama, ya que la clave es ver la peli sin saber lo que vendrá, sorprendiéndose con los niveles de violencia mostrados. Sin embargo, el propio título, Brawl in Cell Block 99 ("pelea en el bloque de celdas 99"), me da pie a adelantar que el filme ofrece un extenso, sombrío y escabroso tercer acto donde el prota se abre camino a base de golpes por un laberinto de hormigón y matanza. Lo fascinante es que no lo hace con la velocidad frenética de John Wick o cualquier largometraje protagonizado por Jason Statham de esos que nos gustan, sino con calma, buscando que el espectador sienta el impacto y el dolor de cada golpe. Y esto conlleva no escatimar al mostrar las consecuencias. Todo se presenta con una frialdad espeluznante y una crudeza que ni siquiera necesita banda sonora para mantenernos inmóviles, clavados a nuestro sillón.
La coreografía de los combates, los silencios de los diálogos, la fotografía del lugar, los planos escogidos, todo hace que Brawl in Cell Block 99 no sea un thriller y drama carcelario más, sino una obra maestra de lo extremo que puede evocar por momentos al cine de explotación de décadas pasadas, por lo que todos aquellos que disfruten de este tipo de largometrajes tienen aquí un filme imprescindible, más ahora aprovechando que está disponible para su visionado en streaming, concretamente a través de SkyShowtime.
Uno de los últimos trabajos de Udo Kier
He de decir que uno de los motivos por los que he querido hoy dedicarle unas breves líneas a Brawl in Cell Block 99 es por Udo Kier, uno de los actores más prolíficos de la industria (se estima que ha participado en más de 150 películas y series de televisión), que nos deja a la edad de 81 años. Con tantos papeles a sus espaldas, podemos decir que ha hecho de todo, hasta del mismísimo Conde Drácula en Sangre para Drácula (1974) producida por Andy Warhol que puedes ver en Filmin y que recordaréis los más veteranos o fans de lo clásico. Pero nosotros hemos querido rendir un pequeño homenaje a su figura recordando uno de sus últimos trabajos, esta Brawl in Cell Block 99 donde le tocó hacer de villano, concretamente del tipo encargado de transmitirle a Thomas las demandas que lo obligarán a cometer todos estos actos de violencia extrema dentro de la prisión. Lo hace bien, la verdad. Su rol está acreditado como Placid Man, y eso es lo que vemos en pantalla.
Antes de despedirme, hay que decir que Brawl in Cell Block 99 está dirigida por S. Craig Zahler, cuyo largometraje más famoso es Bone Tomahawk, un wéstern protagonizado por Kurt Russell precisamente recordado por no andarse con chiquitas y tener algunas escenas bastante escabrosas. Si la habéis visto, ya sabéis a qué tenéis que ateneros con Brawl in Cell Block 99, aunque también os aviso que ambas películas son muy distintas. Empezando, evidentemente, por su ambientación, del salvaje Oeste a una cárcel.
Y a todo esto, ¿por qué destroza el coche a puñetazos como si estuviera en Street Fighter II? Para eso deberías ver la película, pero si no es tu género y solo te entra curiosidad por saberlo (aunque todo esto ocurre en los primeros minutos de metraje), basta con decirte que el personaje magníficamente interpretado por Vince Vaughn, un actor a menudo desdeñado por la audiencia al tenerlo más asociado a sus comedias, tuvo muy mal día. Fue despedido y al llegar a casa se entera que su mujer le había estado siendo infiel.
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