José A. Mateo Albuerne
Jefe de ActualidadNo sé si la moda se ha terminado, pero hace no demasiado mi algoritmo de YouTube me recomendaba muchos vídeos sobre "El iceberg de..." de cualquier videojuego, película o incluso concepto. La idea es que la parte que vemos, y de la que todo el mundo se da cuenta, es sólo una pequeña porción del total; tal y como sucede con los icebergs y la enorme masa helada que se encuentra por debajo del mar. En realidad, una excusa como otra cualquiera para comentar cosas más sesudas o detalles más complejos sobre algún tema en concreto.
Pues bien, uno de los juegos del año pasado como es Balatro, tiene un iceberg cargado de hielo submarino. Cuando realicé el análisis del título, y eso que llevaba no pocas horas obsesionado con el juego, no pude prever lo que pronto llegaría en forma de builds absurdas, daños elevados a exponentes altísimos y turnos que duran minutos a causa de la suma de todo tipo de comodines y bonificaciones. Eso no me pasará con Megabonk.
El título de Vedinad apareció en mi vida en forma de TikTok, con un vídeo del creador hablando de cómo se le echaba el tiempo encima de cara a lanzar la versión 1.0 del juego y cómo Steam le avisó sobre la bocina para cumplir su compromiso; una estrategia repitió con más detalles del desarrollo y que le dio un altavoz enorme al videojuego. Y tras eso llegaron los más de 100.000 jugadores concurrentes en Steam, la obsesión del director de Expedition 33 con él. así como la enorme cantidad de contenido creado alrededor de sus builds, curiosidades y formas de romper el juego.
Mucho más que Vampire Survivors en 3D
Durante los primeros días desde su lanzamiento fueron comunes las críticas centradas en que se trataba de la enésima copia de Vampire Survivors, por mucho que fuera en 3D, y de que su humor basado en todas y cada una de las coñas de toda una generación joven en Internet fuera una de las cosas más graciosas por aplastamiento en mucho tiempo. A decir verdad, que existan personajes como Megachad es un hilo de conexión más con el propio juego de Poncle, cuyos protagonistas tienen todos nombres que son insultos en italiano.
La animación de morir es que el personaje caiga de lado. Cine.
Sin embargo, en esta ocasión no hemos tardado mucho en ver todo lo que ocultaba Megabonk bajo su superficie... Quizás porque el propio desarrollador te lo muestra sin reparos. En la pantalla de inicio, en la parte inferior derecha, cuentas con un ranking de los jugadores que más puntos han hecho; mientras al finalizar tu partida se te informa de la posición final frente al total de partidas jugadas al título. Y cuando ves que has completado el nivel con cierta solvencia, pero te superan el 80% de los jugadores mundiales, observas ese colosal iceberg frente a tus ojos.
Megabonk, en la superficie, sí que es tremendamente similar a la escuela emergida de Vampire Survivors. Eliges un personaje, deambulas por un entorno generado de forma procedural y acumulas experiencia con la que desbloquear armas y pasivas con las que mejorar tus posibilidades. Más allá del alarde técnico que es mostrar a cientos y miles de enemigos en pantalla sin que el juego explote y además funcione hasta en una tostadora, hay cierto componente de diseño dentro de las partidas más allá de la subida de niveles. Los objetos interactivos, como altares, mercaderes al estilo Schedule 1 (buen guiño) y cofres del tesoro, aumentan la rejugabilidad, pero también el jugo del título a la hora de proponer sinergias entre armas, tomos y objetos.
Si se rompe, es aún mejor
Partiendo de algo tan conocido como armas que son áreas o proyectiles, y sumándoles pasivas en forma de tomos que aumentan el tamaño, la duración o añaden un escudo al protagonista, ya tendríamos algo interesante. Sin embargo, además de la experiencia, también disponemos de oro, lo cual engendra todo un sistema de objetos que añaden modificadores, nuevas pasivas que benefician ciertos estilos de juego, o simplemente son una fuente adicional de poder para poder alcanzar esa fantasía del mismo que nos adelanta el ranking de la pantalla inicial.
La profundidad de Megabonk, y su capacidad para que "romperse" desbalanceándose por completo sea una función y no un error, es la verdadera salsa de este juego. Sin necesitar de evoluciones de armas o mecánicas complejas dentro del roguelike como bien podría pasar con un hermano lejano del título como es el por otro lado genial Risk of Rain 2, el título desarrollado por Vedinad pone todas sus fichas en una escalada numérica y de poder pocas veces vista en el mundo del videojuego.
Con esas herramientas se puede construir un juego muy bueno, pero eminentemente competitivo frente a los rankings creados por otros jugadores. La guinda que propone Megabonk es su sistema de misiones y desbloqueos, es decir, su progresión. Hay una enorme cantidad de desafíos, retos y secretos dispuestos a ser completados, en base a lo cual iremos abriendo el abanico de la plantilla de personajes, armas, ítems o incluso recursos tan obligatorios como la cantidad de armas disponibles.
Mediante las monedas de plata, que conseguimos al terminar cada misión, y también a lo largo de la partida en función de lo lejos que lleguemos y la dificultad alcanzada, podemos tanto comprar nuevo contenido previamente desbloqueado, como hacer uso de una tienda con la capacidad de dejarnos progresar concediéndonos más herramientas con las que interactuar con las partidas. Sin ir más lejos, ahí está el imprescindible "toggler" que nos deja seleccionar qué armas y tomos nos saldrán al subir de nivel.
Los desafíos añaden reto, profundidad y aún más cosas que hacer.
Y, aunque parezca que Megabonk es muy complicado por todos los sistemas interconectados que he ido mencionando en el texto, estamos hablando de un título que fluye al mantenerte atento con un caudal recurrente de estímulos positivos. Siempre estamos progresando fuera de la partida, gracias a unas misiones que te invitan a probar cosas nuevas con las que mantener fresco el juego y además te recompensan al ser completadas con aún más maneras de disfrutar.
Por si esto fuera poco, el juego no ha dejado de actualizarse incluso después de llegar a la versión 1.0. Tenemos mejoras de calidad de vida como la implementación de un mapa completo en la pantalla de pausa, más contenido periódico o parches de balanceo para aumentar la cantidad de builds factibles. E incluso ahí pasaron cosas interesantes como que Vedinad se negó a nerfear a Robinetta, uno de los personajes más potentes, a causa de que consideraba que eso era hacerla menos divertida. Porque por encima de todo, en Megabonk todo conspira para que tu partida sea eso, divertida.
La fiebre por el roguelike sigue fuerte mientras contemos con propuestas tan atractivas como la de Megabonk. Sumando su gran cantidad de contenido, lo bien que aprovecha el gusto de nuestros cerebros por los números enormes, y cómo no deja de darte razones para seguir jugando, su desarrollador consigue brindarnos una experiencia con una pretensión tan noble como hacernos pasar un rato divertidísimo.
Comprar Megabonk- Vampire Survivors en 3D es buena definición, pero hay más.
- Todo explota cuando descubres las barbaridades que ya hace la comunidad.
- La cantidad de contenido es absurda y no deja de crecer.
- Funciona hasta en un PC de medievo.
- Partidas rápidas, ideales para ratos muertos.
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