Chema Mansilla
Editor - Cine y TVNo voy a defender lo indefendible: Gunpowder Milkshake no es un peliculón. Pero es una película entretenida con algunos momentos brillantes de acción que acaba de llegar a Prime Video y que creo que merece una oportunidad. Desde que le eché el ojo al tráiler, le tenía ganas, tanto por su reparto como por su estética, que hacían una promesa muy ilusionante. El caso es que la película se estrenó en salas españolas el 10 de septiembre de 2021, y cuando me quise dar cuenta, ya había desaparecido de la cartelera. “Ya la veré en streaming cuando la pongan”, me dije. Y, sinceramente, no ha sido hasta ahora que la he encontrado en alguna de las plataformas que manejo. La de veces que estuve a punto de alquilarla…
Desde su arranque, Gunpowder Milkshake propone un espectáculo de acción visual, con neón, armas automáticas, escenas de acción delirantes y personajes femeninos que parecen sacados de un cómic. No es la historia más profunda ni la más coherente que vas a ver, pero tiene carisma, y justo por eso merece ser rescatada del olvido.
Color y acción sobresaturada
Dirigida por Navot Papushado y escrita junto a Ehud Lavski, la película sigue a Sam, interpretada por Freya Allan de adolescente y por Karen Gillan en la edad adulta, una asesina que crece bajo la tutela de Nathan (Paul Giamatti) tras ser abandonada por su madre, Scarlet (Lena Headey). Sam trabaja para The Firm, una organización criminal que maneja sus propios códigos, hasta que un trabajo fallido la obliga a proteger a Emily, una niña inocente atrapada en medio de un conflicto violento, desatando una persecución implacable sobre su cabeza.
Hay auténticos blockbusters que no están ni la mitad de bien que Gunpowder Milkshake
La historia combina acción, una pizca de drama familiar y una estética hiperbólica que recuerda al cómic y a las de John Wick, con escenarios saturados de color y violencia estilizada. Papushado mezcla humor negro, exageración y referencias a la literatura clásica femenina (¿en cuantas pelis de tiros se habla de Clariss Pinkola Estés?), creando un universo propio que, aunque desordenado, resulta visualmente cautivador. Los elementos más absurdos, como asesinos escondiendo armas en libros o luchando en la consulta del dentista, se disfrutan mejor si se acepta la película por lo que es: un entretenimiento estilizado, no un drama profundo.
Por qué Gunpowder Milkshake merece una segunda oportunidad
El fracaso en taquilla de Gunpowder Milkshake se debe principalmente a dos factores: lo limitado de su campaña promocional y que la crítica la machacó, a mi parecer, injustamente. Los diálogos son exagerados, sí, y la trama no siempre se sostiene por sí misma, vale, pero juzgarla únicamente por su desempeño comercial sería injusto: hay auténticos blockbusters que no están ni la mitad de bien que Gunpowder Milkshake. La película ofrece un espectáculo de acción y estilo que no se encuentra fácilmente en la cartelera de estrenos, y su verdadero valor reside en su capacidad para divertir y sorprender en un género sobresaturado de oferta y que tiende a repetirse a sí mismo.
Aunque la narrativa flaquea, la dirección visual y la coreografía de acción destacan. Las secuencias de disparos y combates están cuidadosamente diseñadas, con movimientos mecánicos que recuerdan a John Wick pero con una capa extra de exageración, humor y color. Hay una escena de persecución en un parking que es de lo mejor que he visto últimamente, por original y por divertida. Cada escena estilizada tiene una personalidad tremenda y cada momento de humor negro demuestran que Papushado conoce el género y sabe cómo jugar con sus convenciones, aunque no siempre las ejecute de manera perfecta. Tenemos que considerar que es una película que de sus 30 millones de presupuesto, buena parte se destinó al caché de su reparto.
Mujeres, neón y tiros: acción con estilo absurdo
El gran atractivo de Gunpowder Milkshake es su elenco femenino estelar. Lena Headey, Michelle Yeoh, Angela Bassett y Carla Gugino ofrecen momentos de carisma y presencia que superan al guion en varias ocasiones. Por su parte Karen Gillan sostiene el peso de la protagonista, aunque con menos recursos dramáticos, va sobrada de carisma, como bien saben todos los fans de Doctor Who. A pesar de que algunos personajes están subutilizados, el simple hecho de verlas juntas en acción es un espectáculo por sí mismo.
Visualmente, la película brilla gracias a su saturación de colores, la fotografía y su ambientación neón, y el montaje de sus secuencias de acción de acción. Las escenas se asemejan a un cómic cinematográfico donde cada muerte está coreografiada y estilizada, y cada escenario parece diseñado para destacar más por su color y composición que por el realismo. Esta exageración no es un defecto, sino parte del atractivo del film: un mundo donde el absurdo y la violencia se combinan para generar entretenimiento puro, sin necesidad de realismo ni demasiadas complicaciones.
Más que un simple fracaso en taquilla
Aunque el guion tiene momentos débiles, la película ofrece un valor estilístico innegable. La peleas coreografiadas, los efectos visuales y la música crean un ritmo que mantiene la atención del espectador y le da un aire de película de culto. El humor negro y la autoconsciencia de sus limitaciones ayudan a equilibrar la narrativa. Desde los nombres de los personajes hasta los momentos más absurdos de las peleas, la película se ríe de sí misma sin perder consistencia en su propio mundo. Esto permite que incluso la trama, totalmente intrascendente, pueda verse con cierta indulgencia, transformando los defectos en parte de la diversión y haciendo que la película sea más entretenida de lo que podría parecer a primera vista.
Si John Wick ha definido la acción moderna para hombres, Gunpowder Milkshake hace lo propio para un reparto femenino, combinando personalidad y exageración. Sam no solo dispara y lucha, también es divertida. La película no escatima en creatividad ni en imaginación para entregar un pequeño espectáculo cinematográfico que logra sorprender un género tan trillado.
Para quién es Gunpowder Milkshake
Esta película está destinada a quienes disfrutan de acción estilizada, la estética pop y entretenimiento sin complicaciones. Es ideal para espectadores que buscan diversión pura, con secuencias largas de acción, colores saturados y violencia coreografiada. Los fans de Birds of Prey, Atomic Blonde o Lucy encontrarán elementos familiares, pero con una identidad propia, especialmente en su enfoque sobre protagonistas femeninas al límite. Si te gustan las películas que combinan acción, humor y magnetismo visual, Gunpowder Milkshake ofrece justo eso: un cine de entretenimiento directo, perfecto para una noche de ocio, sin necesidad de analizar cada giro de guion.
No esperes encontrar la narrativa más compleja del año, pero sí una peli exagerada, con buenas ideas y mucha personalidad. Gunpowder Milkshake puede que no haya triunfado en cines, pero ahora que está disponible en streaming, es el momento perfecto para redescubrirla. Prepara palomitas, deja el móvil en silencio y déjate llevar por un mundo donde la acción se viste de naranja chillón y azul eléctrico, el absurdo se mezcla con la violencia y el entretenimiento no pide disculpas.
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