Adrián Suárez
ColaboradorMe horroriza el estilo gráfico HD-2D. Me parece grotesco, facilón y lo peor de todo es que nos recuerda algo terrible de nosotros mismos. Lo odio porque funciona debido a que la nostalgia vende, y la nostalgia es una enfermedad. Ahora te estarás riendo, ¿cómo que la nostalgia es una enfermedad? Pues sí. Hoy en día no lo es, pero si te tragas tantas series de época como yo, empezando por la exquisita La Edad Dorada, que es maravillosa, sabrás que sí fue una enfermedad. En el siglo XVII estaba catalogada como enfermedad mental grave, y este HD-2D fomenta esta enfermedad. ¿Se me ha ocurrido este artículo tras el capítulo de La Edad Dorada en la que contaban esto? Sí, es cierto.
Detesto las decisiones artísticas que en lugar de buscar el mejor arte para su juego piensan: ¿cómo puedo crear un arte que me ayude a vender más?
Estoy medio de guasa, por supuesto; pero detesto las decisiones artísticas que en lugar de buscar el mejor arte para su juego piensan: ¿cómo puedo crear un arte que me ayude a vender más? Entendedme, hay que pensar en cómo diseñar para vender más, pero tiene que haber una coherencia entre una dirección artística que sea mainstream, que me dé wishlists en Steam, que llame la atención cuando se muestra en un Nintendo Direct y que haga que mi juego parezca único. Y con este HD-2D ya nada parece único.
Este HD-2D se hizo popular con Octopath Traveler. En ese JRPG el HD-2D tenía sentido. El título fue algo así como el lugar al que se llegó tras tanto darle vueltas a los JRPG clásicos para traerlos de vuelta. Su dirección artística se parió para darle sentido a ese concepto. El 2D pixelado apelaba a los clásicos, y el toque 3D ayudaba a mirar el futuro. También era coherente con la historia que se nos contaba. Todos sus personajes sufrían de cierta nostalgia, pero deseaban mirar al futuro y curarse de esa enfermedad del hogar. Este estilo funcionó incluso mejor en Octopath Traveler II, mucho mejor juego que el primero, pero luego la cosa ya se desmadró.
El HD-2D hace que todos los JRPG parezcan el mismo JRPG
Es como si al analizar el éxito de Octopath Traveler, los estudios de videojuegos concluyeran que lo mejor del juego era su estilo visual, que ese fue el motivo por el que vendió. Lo cierto es que no voy a decir que fuera una conclusión mala. Siendo honestos, no creo que esta saga haya cumplido su misión. No le llega a la suela de los zapatos ni a Final Fantasy VI ni a Chrono Trigger, siendo su trabajo haberlos superado o al menos igualado, y ni de broma.
Por muchos momentos de lágrima y pañuelo que tenga Octopath Traveler, sus historias acaban cayendo en un buenismo fofo similar al que también ha caído Final Fantasy XVI. El mundo está en guerra, hay esclavitud pero somos guapísimos y todo se supera con el poder de la amistad. Final Fantasy VI sí hablaba bien de guerra con toda su dureza, tanto que hasta se recortaron sus escenas de tortura en su relanzamiento.
Yo creo que pensaron eso; en serio, que ese estilo gráfico convalidaba la potencia narrativa y las ideas tan chulas de los JRPG de Super NES. Una cosa por la otra, vaya. Con eso por bandera, han aparecido muchos títulos con el HD-2D como reclamo; muchísimos, tanto en la escena mainstream como en la independiente, y hay otros tantos que aún se están haciendo a día de hoy. Pero los videojuegos de Super Nintendo no eran esto, y a no ser que los personajes del juego de rol que se hace en HD-2D tengan esa mirada de atrás hacia adelante, la historia no funciona, no es coherente con el estilo artístico, y todo mal.
Hay algo que me molesta especialmente con el HD-2D: todos los JRPG que se hacen con este acabado gráfico parecen iguales
Hay algo que me molesta especialmente con el HD-2D: todos los JRPG que se hacen con este acabado gráfico parecen iguales. Logra que todos los títulos del género parezcan lo mismo, y esto nunca fue así con el JRPG. El JRPG clásico es un género con unas dinámicas muy concretas, es verdad. Es decir, siempre hay un mapa, combates turnos, avance lineal…. En eso sí es casi siempre igual, precisamente por eso, los desarrolladores siempre se han afanado en usar estilos artísticos nuevos y sorprendentes, añadir reglas y sistemas originales en los bloques jugables. Todo para lograr lo opuesto a lo que consigue el HD-2D, que todos los JRPG parezcan una única masa igual.
¿Son los JRPG de Super Nintendo inigualables?
Por eso es tan guay Clair Obscur: Expedition 33, porque ha entendido esto muy bien. Su estilo visual es tan solo suyo, usa imágenes potentes y propias. ¿Sabéis la pintora que se ve a lo lejos al principio del juego? Es un tipo de impacto muy parecido a la sala de juicio de Chrono Trigger. Ocupa toda la pantalla, te deja patitieso por cómo está realizado y no lo has visto antes en ningún sitio. Y el JRPG francés no se olvida también de lo otro, de añadir cosas propias a su combate y de ser único e inolvidable en todas las cosas que todos los JRPG tienen que tener. Pero el HD-2D no consigue esto. Lo aplana todo, lo vuelve todo fofísimo y, personalmente, hace que pierda todo el interés en las producciones que lo usan. Cada JRPG tiene que ser de su padre y de su madre, no ser una masa sin sabor.
Pero ojo, esto es como todo. Estoy hablando del HD-2D genérico y que se aplica sin reflexión alguna, que solo toma la lección de Octopath Traveler, copia y pega. El HD-2D de las rematerizaciones-remakes… ¿remastekicaciones? No sé. El caso es que su estilo gráfico si tiene reflexión. Se aleja la cámara, se complementa con una gama cromática propia y rebaja muchísimo la parte 3D para que lo importante sea la segunda dimensión, el antes, el pasado, el hogar. Esto me tranquiliza. Aunque el HD-2D me fastidie más que el tiempo que voy a tener que esperar por el tomo 15 de Atelier Witch Hat, me gusta saber que tiene más recorrido que ser siempre igual.
Por eso, este artículo no es para defenestrarlo ni para llamar enfermos a los que lo disfrutan (aunque sé que un poco si lo he dicho, para qué engañarnos), sino para pedirle a los artistas que no lo copien, sino que lo hagan suyo. Es importante que lo adapten más a su juego, que no transformen la interesantísima hornada de JRPG que se hacen fuera de Japón en una masa, sino en algo genial y propio. Y ved la Edad Dorada, ya que estamos. ¡Qué buena serie!
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