La primera advertencia es inevitable: Malaz es una saga colosal. Son diez volúmenes (la "decalogía Malaz: El Libro de los Caídos") que se publicaron entre 1999 y 2011. Entre todos suman miles y miles de páginas. Esto quiere decir que embarcarte en Malaz es hipotecar buena parte de tu vida de lector. Pero atención: esa trampa vital es también parte del encanto de la saga. Sus historias entrelazadas y su amplísimo elenco de personajes la hacen única. La serie se distingue por su complejidad y extensión, y no, no es lectura ligera, pero hacedme caso, compensa: ¡prepárate para un festín (o una maratón) interminable de fantasía oscura!
Una oscuridad que no es postureo
El mundo de Malaz es vastísimo y sombrío. Estamos ante un universo que abarca múltiples continentes y culturas. En él conviven imperios moribundos, ciudades arrasadas, razas antiguas y seres inmortales. Las tramas principales suelen girar en torno al Imperio de Malaz, una gran potencia en declive, a guerras épicas y a la lucha de los ejércitos Malazanos por dominar ciudadesen diversos continentes. Los sucesos se extienden a lo largo de milenios a lo largo de los cuales algunos de los personajes más interesantes del género dan vida a una mitología compleja va desvelándose poco a poco en universo con un aire mítico y crepuscular, donde ruinas olvidadas y magia ancestral coexisten con ejércitos medievales.
Aunque es fantasía épica, Malaz abraza el grimdark con sentido. No estamos ante un simple catálogo de sangre y tripas. Sí, las batallas son brutales y la violencia explícita (mutilaciones, sacrificios, torturas) aparece de forma cruda. Per la saga de Steven Erikson no emplea esa violencia "como mero espectáculo": la usa con intención calculada. Sin duda, junto a Martin y Joe Abercrombie, estamos ante lo mejor de lo mejor en el terrero de la fantasía oscura. En el siempre recomendado blog de El Caballero del Árbol Sonriente creo que hacen una de las mejores descripciones de la saga: la fantasía de Malaz no es literatura escapista, sino un "simulacro" del mundo real donde la condición humana es el nexo central. Es decir, las atrocidades que vemos sirven para reflexionar sobre el sufrimiento, la traición y la injusticia, no para hacer "porno de violencia". Los personajes sufren derrotas devastadoras y toman decisiones tortuosas, pero esas pruebas revelan algo sobre ellos y el mundo. En Malaz todo tiene sentido: cada sacrificio y cada puñalada traspasan la página del libro para hacernos sentir. Al final entiendes que esa oscuridad auténtica es parte del mensaje de la saga.
Una complejidad que abruma… y recompensa
Malaz puede ser difícil de leer. Cuando ver que tiene por elante toda una estantería de entregas, pues a uno le entran escalofríos. Es normal, nos ha pasado a todos los quenos hemos lanzado a leer esta serie. Y hay que reconocer que al principio cuesta entrar, porque Steven Erikson te lanza directamente a un peligroso asesino de la mano del sargento Whiskeyjack y su pelotón de Arrasapuentes, una especie de zapadores de élite para los que la magia es algo tan común como los explosivos.
la fantasía de Malaz no es literatura escapista, sino un "simulacro" del mundo real
Hay docenas de personajes principales (humanos, magos, dioses menores, criaturas sobrenaturales…) cuyas historias se cruzan y se entretejen a lo largo de muchas páginas. Los saltos temporales, los cambios de punto de vista y los planos mágicos exigen que el lector esté muy atento. De hecho, algunos críticos señalan que incluso lectores experimentados necesitarán leer varias veces algunos pasajes para captar todos los matices. Dominic Cilli, de SF Site, lo expresa así: la saga eleva "el listón de la fantasía" y presenta una escritura y un worldbuilding excepcionales… pero advierte que el conjunto puede ser "el desafío literario más arduo" que un lector haya afrontado. Bueno, quiero que sepas que yo creo en ti: si has podido con Martin y con Sanderson, puedes con Erikson.
Malaz no brinda respuestas fáciles; al contrario, sus personajes son conscientes de contar una historia y la manipulan. Ese es uno de los aspectos más interesantes de la obra. Sin embargo, toda esta complejidad tiene premio. Las múltiples tramas se conectan en giros narrativos inesperados, los personajes secundarios cobran vida propia y los diálogos a veces son auténticos debates filosóficos. Superar ese laberinto literario deja una enorme sensación de logro: Malaz es exigente, pero cada página construida aporta piezas a un rompecabezas épico y satisfactorio.
Los jardines de la Luna (Malaz: El Libro de los Caídos 1) (Nova)
¿Tolkien? ¿Martin? ¿Y por qué no Erikson?
Comparaciones siempre hay. Si Tolkien representa el ideal heroico y mítico con su fantasía límpida, y Martin la fantasía realista y política (con héroes grises y finales crueles), Erikson ofrece algo distinto: una fantasía épica coral, oscura, compleja y en algunos momentos casi inabarcable. Aquí no hay un único viaje del héroe: son muchos personajes los que luchan, dudan y cambian. El resultado ha impresionado a grandes del género.
Malaz es exigente, pero cada página construida aporta piezas a un rompecabezas épico y satisfactorio
Autores como Glen Cook (de estupenda La Compañía Negra) han calificado Malaz como una "obra maestra de la imaginación" que podría ser el tope del género épico. Stephen R. Donaldson (de la saga de El Señor del Tiempo) elogia su subversión de tropos clásicos y ha comparado a Erikson con nada menos que Conrad, Faulkner o Dostoyevski. Bueno, aquí lo mismo Donaldson exagera un poco, pero os podéis hacer a la idea: Malaz no es Tolkien ni Martin, es Erikson. Su inspiración viene del rol, la antropología (campo del que procede su autor) y, como él mismo reconoce, esa idea de que los narradores de Malaz saben que cuentan una historia y la reinventan al vuelo viene de la tradición postmodernista.
Por qué deberías leer Malaz (aunque te intimide)
Pese a todo lo anterior, Malaz vale muchísimo la pena. ¿Por qué? Porque es épica en el sentido más amplio. Hay humor negro con escenas hilarantes, camaradería entrañable (cómo no encariñarse con ciertos soldados o asesinos con corazón), y épicas gestas que te dejan con la boca abierta. Erikson mide muy bien cuánto agrega de cada elemento en esta fórmula magistral. Cada conflicto global está tejido con motivos personales: la caída de emperadores, la locura de dioses, el destino de un niño huérfano… todo con gran carga emocional. Además, las tramas secundarias (traiciones políticas, profecías olvidadas, romances clandestinos) están tan bien integradas que todo importa para el lector.
La vida es lo que te pasa de fondo mientras lees Malaz
Claro, el problema es que son tantas historias que uno puede sentirse abrumado. Pero está tan bien esritra que uno no puede dejar de leer. Y cuando terminas un libro, quieres el siguiente. y claro, cuando te quieres dar cuenta, has terminado la carrera, has tenido tres hijos o estás a punto de jubilarte. La vida es lo que te pasa de fondo mientras lees Malaz. Y aunque parezca broma, incluso los lectores más curtidos necesitarán releer partes para entender cada detalle. Eso a veces supone tener que volver un par de libros antras. Sí, he dicho "libros", no párrafos o páginas. Libros enteros. La recompensa, sin embargo, es enorme: un mundo riquísimo, personajes inolvidables y reflexiones profundas sobre el poder, el sacrificio y la historia.
Una saga para recordar (y para sufrir, en el buen sentido)
En definitiva, Malaz es una aventura gigantesca. No es perfecta: puede apabullar y hay momentos duros. Perosus mejores momentos (el humor inesperado, el sacrificio heroico, la redención) brillan mucho más por contraste. La conclusión de la saga cierra cabos de forma épica y emotiva, de esos que te dejan con la boca abierta y te hacen aflojar alguna lagrimilla. Pero claro, hay que llegar hasta el final. Al terminar Malaz, uno no puede dejar de pensar en todo lo vivido: guerras apocalípticas, despedidas desgarradoras, gestos de compasión en medio del caos. Si te gusta la fantasía oscura y estás dispuesto a hipotecar unos cuantos meses de noches de sueño, Malaz: El Libro de los Caídos te dará una experiencia inolvidable, a la altura de las grandes obras de la literatura fantástica.
En 3DJuegos | Es uno de los mejores momentos de la saga Empíreo, pero no tiene sentido. ¿Era necesaria tanta muerte en Alas de Sangre?
Ver 2 comentarios