Acabo de ver que Cristal Oscuro vuelve a los cines de Estados Unidos en una versión restaurada y me ha hecho una ilusión enorme. Esta película de fantasía, una de las joyas culturales de mi infancia, siempre me pareció una obra oscura, inquietante, pero fascinante. La forma en que Jim Henson y Frank Oz dieron vida al mundo de Thra con marionetas y animatrónica sigue siendo, décadas después, un espectáculo asombroso que demuestra que la fantasía puede ser profunda y visualmente impactante sin necesidad de recurrir a la digitalización masiva que domina hoy en día. Pero entonces me he acordado de la maravillosa serie que Netflix creó como precuela: The Dark Crystal: La Era de las Resistencia. Y me ha entrado un cabreo monumental.
La serie que merecía más
La cancelación de una serie con tanta calidad y profundidad emocional, que exploraba los entresijos de Thra y sus criaturas, me parece una de las mayores injusticias sufridas por el género de fantasía en la televisión moderna. No era solo una serie para fans; era un producto pensado para enriquecer y expandir un universo que sigue siendo cautivador décadas después de su estreno original en 1982. Estrenada en 2019, La Era de las Resistencia ganó un Emmy y logró recuperar la esencia del film original, ampliando la historia de los Gelflings y los Skeksis mientras mantenía un respeto absoluto por la mitología de Thra. La serie contaba con diez episodios repletos de intriga, política, traición y heroísmo, explorando el sufrimiento de los oprimidos y la corrupción de los poderosos, todo con un trasfondo de magia y criaturas fantásticas que pocas producciones televisivas se atreven a mostrar hoy en día.
La combinación de marionetas artesanales y efectos prácticos, junto con animatrónica de última generación, era un homenaje al cine clásico de Henson y Oz. No fue suficiente: tal como recuerda Collider, muchas buenas ideas nunca llegaron a materializarse, dejando a los espectadores con la sensación de que la serie apenas había empezado a rascar la superficie de su potencial. Es imposible no sentir que se desperdició una oportunidad única de crear un referente moderno de la fantasía en televisión.
¿Demasiado retro para el público actual?
Sin embargo, hay que ser honestos. Parte del problema podría haber sido la estética de la serie. En un mundo donde los grandes estudios despliegan CGI hiperrealista en cada fotograma, las marionetas y animatrónica de La Era de las Resistencia pueden parecer anticuadas para un público generalista. Los espectadores actuales, acostumbrados a efectos digitales espectaculares, podrían haber percibido la serie como algo demasiado anticuado o poco espectacular, a pesar de la calidad artística y narrativa que poseía.
La serie apenas había empezado a rascar la superficie de su potencial
Pero esto no debería desmerecer el mérito de la serie. Al contrario, su apuesta por técnicas clásicas de efectos prácticos y su narrativa compleja demuestran que había ganas de crear ua fantasía adulta en la televisión que retomara y actualizara valores narrativos y de producción atemporales. Netflix, sin embargo, decidió que el riesgo era demasiado grande y, lamentablemente, canceló una producción que muchos consideramos una obra maestra contemporánea del género.
El legado de Cristal Oscuro sigue vivo
Afortunadamente, el universo de Cristal Oscuro no ha dejado de crecer. Más allá de la película original, que sigue siendo un referente cultural desde su estreno, la franquicia ha continuado expandiéndose a través de cómics, novelas y prequels literarias. Obras como The Power of the Dark Crystal, adaptada en cómics por Archaia Comics y BOOM! Studios, y la saga de novelas publicada entre 2016 y 2019, permiten que nuevas generaciones descubran las aventuras de Thra y sus habitantes.
Las marionetas y animatrónica de La Era de las Resistencia pueden parecer anticuadas para un público generalista
Esto demuestra que, aunque en mi opinión Netflix haya cometido un error tremendo al cancelar la serie, la magia de Thra sigue viva. Sus fans pueden explorar la mitología de los Skeksis, los Mystics y los Gelflings de maneras que la televisión aún no ha terminado de ofrecer. Y, por supuesto, el reestreno de la película en cines el 12 y 13 de octubre de 2025 en Estados Unidos es la excusa perfecta para revivir la obra maestra original, con todo su esplendor de marionetas, efectos prácticos y criaturas que parecen haber salido de un sueño.
Cristal Oscuro no es solo un entretenimiento; es una lección sobre la riqueza del mundo imaginario, sobre cómo una película puede construir un universo que inspire a varias generaciones. La injusticia de la cancelación de La Era de las Resistencia duele porque Netflix desaprovechó la oportunidad de consolidar ese legado en televisión moderna, y de darle a una joven generación de fans un mundo de fantasía en el que soñar y divertirse, pero también nos recuerda que la fantasía tiene que ser rentable ne el mundo real si quiere sobrevivir. Qué pena. Por cierto, ahora me he acordado de Willow y también estoy enfadado con Disney+.
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